así se podría calificar nuestra estancia en esta casa rural. El dueño, José, no nos informó, ni al confirmarnos la reserva ni cuando llegamos al alojamiento, de que, justo enfrente de la casa, se celebra, desde hace 20 años, la fiesta de nochevieja organizada por el ayuntamiento. A pesar de que le dejamos claro que éramos senderistas y que buscábamos descanso y tranquilidad. Así que pasamos la noche del 31, sin dormir, oyendo música de discoteca. Este hecho me parece una falta de ética profesional incalificable. En casos similares, el propietario siempre nos ha informado al hacer la reserva. Tampoco nos pidió disculpas cuando le afeamos su conducta. Por otra parte, la casa tiene algunas deficiencias: le falta vajilla, la chimenea no funciona demasiado bien y le hace falta una buena limpieza. Otro detalle, a la hora de contar con la falta de tranquilidad de este alojamiento, son los vecinos de la casa de al lado. Si tu estancia coincide con que ellos están en la casa, comprobarás que no dejan de gritar, tener la música a todo volumen y hacer ruido con los muebles. Por cierto en este tema, José también trató de ocultar la verdad, diciendo que era una casa de alquiler. El ayuntamiento me ha confirmado que se trata de una vivienda particular. Las opiniones de los clientes destacan la tranquilidad de este alojamiento, tal vez han tenido mejor suerte que nosotros y no han coincidido con los vecinos de la casa de al lado ni había ninguna fiesta enfrente. En cualquier caso, yo no lo recomendaría como un alojamiento ideal para el descanso, que era lo que buscamos al hacer la reserva.…