Nos ofreció la señorita del reservaciones en Casa Velas por que en el hotel que queríamos no había lugar que era el Grand velas en donde nos hemos hospedado varias veces, se nos hizo buena opción ya que no lo conocíamos más que de lejos cuando íbamos a jugar golf a la marina y por las buenas críticas en tripadvisor aceptamos hacer la reservación en Casa Velas que anteriormente era el Quinta Real.
Cuando llegamos el Lobby olía riquísimo, se tardaron en hacernos el check in y la habitación que nos dieron no era pequeña pero sin balcón y vista al estacionamiento, la cama si es muy cómoda.
La comida para nosotros no era buena más bien mala en la cena mi marido pidió pescado y estaba muy duro, los desayunos a la carta yo un día pedí los huevos Benedictinos solo tenían unas gotitas de salsa y el pan duro, el servicio del Restaurant Emiliano puedo decir que es bueno más no excelente y la comida de regular a mala.
Lo mejor del hotel es la alberca es grande y muy tranquila, el primer día no te hacían caso para atenderte pero después nos dimos cuenta que lo mejor es irte a la palapa de la alberca por que el barman es el cantinero, mesero etc etc por eso no puede dar un buen servicio y el era muy amable pero el hacia falta quien lo ayudara.
Como es posible que en un hotel de 5 estrellas te quedes sin agua, un día me quede en la regadera sin agua se me término y como a los 5 minutos volvió, pero al día siguiente mi esposo se iba a ir a las 7 de la mañana a jugar golf y no había una gota de agua ni para lavarte las manos, llamo a recepción y le dijeron que mandaban una persona de mantenimiento pero le dijo que más tarde por que yo estaba dormida.
A las 9 de la mañana seguíamos sin agua y volví a llamar y me dice la persona que me contesto que le movimos nosotros alguna llave de abajo del lavabo para quedarnos sin agua, a quien en su sano juicio se le puede ocurrir que te vas a poner en el suelo a moverle a las llaves para quedarte sin agua, pésimo detalle del hotel yo creo que en un hotel de 1 estrella te deben atender mejor.
Y otro detalle fue que salimos de prisa de la habitación por que teníamos un compromiso y se le olvidó el ticket del estacionamiento a mi marido y al momento de pedir el auto a los bell boy dos jóvenes no el señor Rubio que era muy atento, le dijeron que por nada del mundo se lo podían entregar el auto que por seguridad (más bien fue la flojera de buscar las llaves) les dijimos la marca, las placas, que ya nos ha pasado y que si nos entregan el auto, que ahí estaba la tarjeta de circulación y la podían cotejar con la identificación de mi esposo, se portaron muy groseros y que por nada del mundo le iban a entregar el coche si no les dábamos el ticket (y si se hubiera perdido el ticket me imagino que nos hubieran mandado a levantar la denuncia a la PGR) tuve que ir a la habitación por el ticket para evitar que mi marido siguiera haciendo berrinche oír que no le querían entregar su auto, yo creo que en cualquier hotel no importa la categoría lo principal es el servicio y la atención al cliente y este hotel deja mucho que desear.
El hotel es muy bonito y relajante pero que pena que hagan que un cliente no vuelva por este tipo de detalles.