El Hotel Bo es un hotel nuevo con una arquitectura fascinante; espejos de agua y plantas que lo hacen un lugar de paz y belleza. Perfectamente bien ubicado, a unas cuadras del andador y de la catedral pero silencioso y tranquilo a la vez. Las habitaciones amplias, modernas y MUY limpias. En las noches hace frío por lo que la gente de recepción te ofrece un calentador eléctrico su fuera necesario.
El personal muy atento y amable, dispuesto a solucionar cualquier contratiempo.
La comida en el restaurant muy buena, los desayunos variados y deliciosos, prueba los tamales. Y en la comida la sopa de tortilla y el pollo en mole delicioso.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis