El hotel se encuentra en una situación inmejorable para patear la ciudad, a muy poca distancia de la Catedral y de la Señoría. Es de una elegancia y lujo propio de un cinco estrellas. Muy bien decorado, de estilo clásico, mezclado con minimalismo elegante. El personal es muy profesional, educado y eficaz. Las habitaciones son cómodas, muy bonitas y espaciosas. El equipamiento del hotel es muy completo para un hotel urbano; un buen gimnasio, los salones preciosos, el desayuno espectacular, y el restaurante, aunque caro, es genial.
- Wi-Fi gratis
- Restaurante
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