El pueblo esta situado en una zona geotermal. Hay barro que parece hervir, géiseres que escupen vapor( hasta 22m), pozos de vapor( donde los nativos cocinan algunas comidas), baños termales sulfurosas, y mucha mucha cultura Maori.
La gente es muy amable y no parece hacerlo solo porque pagas la entrada, creo que así son por su naturaleza.
Hay un espectáculo que no tienes que perder, donde bailan, cantan y te explican sus costumbres.
Cantan muy bonito- y es muy raro ver un guerrero lleno de tatuajes, cantando una canción de amor, muy romántica, para que después verlo sacar gritos de guerra.
Repetiría seguro esta experiencia, pero me tomaría mas tiempo( no solo un día).