Por suerte leímos todo lo que había y Lo que no y fuimos precavidos...
Llegamos y encontramos la cama sin hacer, las sábanas encima de la cama y un par de toallas que no renovaron en los cinco días que estuvimos allí. No fue problema porque ya lo habíamos leído y llevamos nuestras propias toallas.
Había un rollo de papel higiénico. No lo repusieron. También lo sabíamos así que los llevamos de casa.
No había aire acondicionado pero no hizo falta, quizá con temperaturas mayores se eche en falta. Tampoco hay tele, pero también lo sabíamos así que tampoco se echó en falta.
El estudio es bastante pequeño, segun abres la puerta te encuentras la cocina, pero bueno, por lo que pagamos tampoco nos pareció mal.
La cocina funciona bien y el menaje no está mal. Nosotros leímos que era pobre así que llevamos sartén de casa, de todas formas en nuestro estudio sí que había y no se pegaba. Estropajo y fairy tampoco había. Realmente no había nada, pero como ya lo sabíamos, llevamos de todo y no tuvimos problema.
Tuvimos una avispa que hizo un nido detrás de un cuadro, habitación 218. Lo quitamos, pero si a alguien le toca este estudio, que mire detrás del cuadro de la derecha.
La gente de recepción correcta. La sutuación genial, a 30 metros de la playa, a diez minutillos del centro.
Lo dicho, si vais a estos apartamentos recordad que hay que llevar papel higienico, toallas, sartén, estropajo, gel, champú (no ponen ni un día)... sabiendo esto, el apartamento está bien, aunque es pequeñito.