Pasamos con mi esposo despues de la visita a Santa Sofia y necesitaba pasar a un bano urgente. Muy atentos y el mesero hablaba español. Mi esposo pidio un Revan Keabap y puedo decirles que al primer bocado, puso los ojos en blanco en señal de un sabor extasiante. Asi en cada bocado hasta que se lo acabó.
Yo pedí una pasta atrabiata que estaba muy buena, podia sentir el sabor de la salsa hecha con tomates reales. Y todo a un precio super accesible.
Super recomendado.
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