Está ubicada en el Centro Histórico de La Candelaria y fue un buen inicio para hacer un tour en bicicleta por la zona, visitar el Museo del Oro, el de Botero y el cerro de Monserrate. El desayuno está incluido en el valor y consiste de te, café o chocolate, pan, mantequilla, mermelada, huevos, fruta, yogurt, cereales y jugo. Los encargados siempre fueron muy amables al momento de solicitar información o ayuda con el transporte. La habitación estaba bien decorada en un estilo sencillo, buen colchón y el baño muy limpio (con shampoo y jabón de ducha). El lugar está bien conservado en una bella casona y con decoración donde prevalece la madera. Dos puntos en contra: una claraboya en el techo, que para las personas sensibles a la luz podría ser una molestia si quieren dormir hasta más tarde (amanece aproximadamente a las 6 de la mañana). Las habitaciones del primer piso no tienen esta claraboya. Además las paredes son delgadas y dejan pasar el ruido de las otras habitaciones. Nuestra puntuación general sería "Bueno" (pero no existe).Más
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