En cuanto llegamos nos encontramos con la primera sorpresa. El precio que teniamos apalabrado por telefono, no era ese, era mas del doble. Tubimos que meter a una amiga que viajaba solo en nuestra habitacion para que le pudiera salir mas barato.
En una de las cenas nos dejamos un cuenco de la comida del niño y no lo hemos vuelto a ver.
En la cena, que esta incluida en el precio de la habitacion, te cobran las bebidas aparte sin ni siquiera avisarte. Te encuentras al final de la cena con la multa de lo que has bebido.
Por la noche es lo mejor. Despues de estar todo el dia purulando por el campo y quieres descansar, te encuentras con la discoteca del hotel atoda pastilla asta las 6 de la mañana.
Resumiendo. Un verdadero encanto de hotel.
Otra cosa inconprensible es que a estas altura, el hotel, carezca de red Wifi.
Y vete con el Frances bien repasado porque en recepcion nadie habla español.Más
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