Hicimos el tour de un día a viña de la Isla de Maipo. Fui con mi señora Paola y con mis suegros. A mi me gusta mucho el mundo del vino, y a pesar de haber visitado viñas en vacaciones en otros países (Argentina, Uruguay, España, Italia, España y Estados Unidos), nunca habíamos visitado viñas chilenas.
Aprovechando una visita de mis suegros prográmanos el tour a viñas de Isla de Maipo con Felipe y Cristian, y la experiencia superó completamente las expectativas:
1. Facilidad y buena comunicación para hacer la reserva
2. Cumplimiento de hora programada de recogida, y buen estándar del vehículo utilizado
3. Guía excepcional, muy conocedor del mundo del vino, de la cultura local y gran facilidad para conectar con las personas (éramos los únicos chilenos, y mis suegros necesitaban comunicación en español). Cristian nos hizo sentir muy cómodos y como grandes amigos.
4. Lugares con sabor local y auténtico: tomamos desayuno con una familia del lugar. El almuerzo también en una casa del lugar. Ambiente agradable, gran hospitalidad, sencillez y generosidad. En el desayuno se sumo Felipe, gerente de la empresa, con la misma amabilidad y empatía que Cristian.
5. Viñas pequeñas y medianas (Demartino, santa Ema y Undurraga), con un ambiente familiar y positivas sorpresas de vinos con grandes atributos y buena relación precio - calidad.
6. En Mendoza habíamos visitado un salir de los olores, y el que tenía una de las viñas (creo que Santa Ema) fue una grata sorpresa.
7. Los vínculos que se generaron en el grupo permitieron una agradable charla en la terraza de la viña Undurraga.
Es posible que en otras actividades a se incorporen elementos adicionales materiales, pero creo que la calidez de las personas que nos acompañaron, marcan el punto alto de un día memorable.