El nombre de esta población ya indica qué es lo que se va a encontrar en ella cuando se visite: fuentes, manantiales, agua. A los que somos de tierras secas, como es nuestro caso, ver un lugar con tanta agua supone un verdadero placer, con lo cual nosotros disfrutamos mucho con esta visita. Manantiales, acequias, conducciones de agua deben ser visitadas y en concreto la balsa que es el lugar, en pleno casco urbano, donde nace el rio Cifuentes que mas tarde, en la vecina localidad de Trillo, vierte sus aguas en el rio Tajo. La balsa es una obra hidráulica con la que se conducía el agua para que tuviera fuerza suficiente con que poder mover las ruedas del molino y poder moler el grano. Hoy en día esta balsa tiene unas aguas transparentes y cristalinas sobre las que se reflejan las hojas de los arboles y se deslizan patos, gansos y cisnes haciendo del lugar un sitio encantador del que poder disfrutar. Se puede seguir el curso de un largo canal que recoge las aguas de los manantiales que alimentan la balsa.

Se encuentra a la entrada del pueblo en la calle Camilo José Cela, la carretera lo divide en dos en la parte más ancha de encuentra una balsa para los patos y peces de generoso tamaño, en la otra parte un canal con un par de puentes uno de forja y otro de baldosas para hacer fotos. Agua transparente que está época está salpicada de hojas de diferentes tonalidades que junto con el rumor del agua le añade un sentimiento de relax. Al lado un bar que venden churros, unos bancos para sentarse y juegos infantiles para que los pequeños se desfoguen