Foligno, en el corazón del valle de Umbría atravesado por el río Topino, es uno de los pueblos más característicos de Umbría, y tradicionalmente se lo considera el centro del mundo.<br>El pueblo se caracteriza sobre todo por espléndidos edificios medievales e iglesias fascinantes, como Santa Maria Infraportas, de estilo románico, y la Colegiata de San Salvatore, una abadía benedictina del siglo XII.<br>Luego visitará la Piazza della Repubblica con la Catedral de San Feliciano, caracterizada por dos fachadas magníficas y por la mezcla de diferentes estilos: gótico, románico, barroco y neoclásico.<br>Finalmente, admirará el maravilloso Palazzo Trinci, conectado a la catedral por un "puente colgante" construido en estilo gótico a principios del siglo XV. Famoso es el precioso ciclo de frescos de Gentile da Fabriano que embellece muchas salas del palacio, como el famoso Salón de las Artes Liberales y los Planetas y el Salón de los Gigantes, decorados con figuras monumentales de la historia romana, como Augusto y Nerón.