Buscando en donde poder tomar una copa y disfrutar de algun "picoteo" el dia de mi cumpleaños, tuve la oportunidad de acudir a este lugar. Puedo afirmar que tras la visita, lo he agregado a mi lista de indispensables en Santiago. El ambiente es muy agradable y tranquilo, con hermosa decoracion, la musica al volumen justo para no interrumpir la conversacion y zonas donde comprar toda variedad de caldos convenientemente separada de la zona de restauracion. La atencion fue francamente excepcional, desde apoyo para aparcar mi auto (solo cuenta con 3 puestos de estacionamiento, pero es tambien posible estacionar en las calles aledañas) hasta un par de copas de vino Sauvignon Blanc de cortesia para maridar con la entrada a base de Mariscos, pasando por recomendaciones concientes del bolsillo en cuanto a los platos fuertes. Siempre se agradece contar con la atencion en la mesa de alguien a quien le importe la honestidad y se interese en cuidar de tus finanzas. La comida francamente deliciosa, desde el pan de masa madre con mantequilla hasta el cafe, un excelente remate para tan agradable velada. Siento no haber tomado nota del nombre de la Maitre d' que nos atendio, me habria encantado poder referirme a ella en esta reseña y volver a felicitarla por su simpatia y excelente trabajo. Amigos de La Vinoteca: por favor, mantengan el curso actual. No se atrevan a cambiar si no es para mejorar aun mas.

El pulpo estaba increíble!!! Lugar imperdible… muy buen servicio! Obviamente el vino era excelente. Un poco caluroso en la terraza de arriba.