Nuestro divorcio lo celebramos allí en una excursión de caballo que nos hicieron dar yeikol y sus acompañantes junto a un pequeño llamado Cristian. Nos hicieron dar un recorrido bastante agradable y probamos frutas durante el camino. Mi ex marido y yo lo pasamos genial y fue una experiencia gratificante. Luego hicimos los buggies , lo cual nos sirvió de terapia para llenarnos de barro ante divertidos caninos con ríos y plena naturaleza llena de tranquilidad. Por supuesto nos tocó conducir de ida a uno y de regreso el otro, tomamos venganza después de tantos años casados y nos metimos por todos los charcos de fango que encontramos. Fue algo espectacular. Ir allí nos hicieron plantearnos muchas cosas por las que continuar en pareja juntos. Gracias yeikol y Alberto. Soy dos grandes guías , y un abrazo al pequeño Cristian tan sonriente. Ester una trabajadora fue con nosotros especial, nos dio frutas al terminar y nos facilitó bolsas para no ensuciar el coche. Joana la responsable del establecimiento amablemente nos regaló una camiseta de recuerdos. Indudablemente volveremos en unos meses!!!, gracias equipo. Un abrazo fuerte para todos!!!!!