El parque arqueológico consta de cuatro grandes partes: el museo nacional de Egnazia, la necrópolis, las ruinas de la antigua ciudad Romana de Egnazia y las ruinas del acrópolis.
La primera mención de esta ciudad aparece en un libro de Leandro Alberti del 1561, donde habla de los vestigios de la antigua ciudad de Egnazia. Pero el primer plano esquemático aparece en 1882 por Ludovico Pepe, que denuncia la práctica ilegal de excavaciones, la apertura de sepulturas para encontrar los tesoros y venderlos en el mercado negro de antigüedades.
El museo es interesante y tiene cosas fascinantes, aunque sin audioguia, lo que lo hace un tanto aburrido cuando podría ser maravilloso por los tesoros que expone.
En el S.IV a.C nace la ciudad con una muralla que la rodea de 2 km. En el siglo posterior se refuerza con otro anillo. En la ciudad encontramos restos de la etapa mesápica, romana y tardo romana.
Las casas son de la época mesápica, aunque parece que fueron renovadas en el último periodo republicano. Cada una de ellas, como es habitual,con su atrio. Hay diferentes variedades. En la conocida casa n°2 las tres habitaciones se comunican entre sí y se utilizaban para eventos especiales. En la casa n°3 hay un suelo de mosaicos, que es el corazón principal de la casa. Los pórticos alrededor del atrio conduce a las habitaciones, que se utilizaban para banquetes o incluso cocina y zona de servicio.
La vía Traiana, construida entre el 109 y el 114 a.C para unir Benevento con Brindisi, con el fin de agilizar el movimiento de las legiones y de los bienes con la otra costa del Adriático y el Mediterráneo oriental, atraviesa la ciudad; es más, es el epicentro de ella. Al sur de ésta, la zona residencial y de trabajo, se ve transformada por la llegada de la distribución diocesana. En los nuevos edificios, los espacios para uso residencial conviven con los talleres, aprovechando así la excelente conexión con la vía Trajana y otra secundaria cercana. Aparecen talleres de cerámica, espacio para construcción de ruedas, talleres para ornamentación de huesos, etc.
La zona al sur de la Vía está ocupada desde el último periodo de la Republica, tanto por viviendas y talleres. Un pozo de aquí se transforma con el tiempo en un vertedero, por lo que se encontraron todo tipo de bienes desde el S.II a.C : botellas, lámparas de aceite, vasos, ollas, y todo tipo de objetos caseros. Y en el arte de todos ellos se aprecia el floreciente comercio con distintas zonas de la península y especialmente del norte del Adriático.
La plaza del mercado es del SIV-III a.C, y está en una ubicación perfecta, cerca del acrópolis y no lejos del mar. Cuando se crea la Vía Trajana se rehabilita para hacerla más grande,con pórtico y dobles columnas.
En una de las salas para almacenaje que se encontraban junto al mercado, se encontró una importante colección de objetos marcados con símbolos cristianos, importados de Egipto, Africa y Lejano Oriente.
Hay un templo dedicado a la diosa Cibeles en la Vía Trajana, probablemente de la época de Augusto. El nacimiento de la diócesis marca el declive del culto pagano y el nacimiento de la nueva fe. Se construye una basílica en el lugar que este templo ocupaba, mientras que éste es trasladado al otro lado de la vía.
La basílica civil se erige con el foro y las termas por un plan de remodelación planteado por Augusto y promovido por Agrippa. Su construcción es probablemente del 27 a.C. Se empleaba para discutir sobre los negocios y ejercer la justicia. Se abría por una parte al foro, y por otra a la Vía Trajana. Es de planta rectangular con un patio de 8x4 columnas jónicas. Se abría por un lado al foro. Alrededor del S. IV en una de las estancias se reforma el suelo con el mosaico de las “Tres Gracias”.
Las termas del foro conectaban directamente con la Vía Trajana. El itinerario empezaba con un baño caliente en el caldarium, o con un baño de vapor en el laconicum. De ahí se pasaba al tepidarium, el baño con agua caliente y al frigidarium, de agua fría, posteriormente. Estos baños conectaban con otras salas por un patio rodeado de columnas (peristilo), que se utilizaban como lugares de encuentro. A finales del S.IV ya no se usan para tal fin sino que en estas se trabaja en la creación de ladrillos para la construcción de nuevas estructuras.
Existe también un anfiteatro, donde se celebraban las fiestas anuales de la diosa Cibeles y Attis. Éste, antiguamente conectaba con el mercado central
Es muy curioso, y ¡da miedito entrar! en el criptopórtico, un espacio subterráneo de forma de trapezoide, de cuatro brazos y con entradas de luz intercaladas. Parece ser un espacio monumental, probablemente un santuario, aunque nada se ha mantenido en su estructura superior. Si bien la parte subterránea podía servir para guardar y custodiar bienes de la lluvia.