Tras pagar una entrada cara para Jordania (17 JOD), se recorren sólo a pie el acceso al Siq + el Siq propiamente dichos iluminados exclusivamente con velas cada aprox. 5 m (lo cual es un tanto peligroso en las zonas adoquinadas originales...). El efecto es agradable, pero se echa MUCHO en falta que igualmente se iluminen profesionalmente los monumentos del recorrido que, con las velas, ni se ven, ¡qué desilusión! Se llega al Tesoro, cuya explanada está también llena de velas, pero su fachada está en la oscuridad, qué pena. Hay un mini concierto de laúd, otro de flauta, cuentan una historia, y ya está, hay que regresar: mucho precio para lo que en realidad se ofrece. Eso sí, puedo decir que he estado en Petra la nuit, pero sin ver (casi) nada, qué bien, uf...