El parque tiene cosas buenas, no tiene tantos juegos como otros, pero está bien. Una de las montañas rusas grandes estaba cerrada, el resto funcionaba con normalidad. Fuimos el 24 de diciembre, quizá por ello había bastante gente, igualmente la espera para subir no era mucha. No pudimos almorzar en ningún restaurante, eran pocos y estaban llenos. Comimos unos macarrones con queso de un puesto, muy ricos pero super caro. Los shows son lindos, el mejor me pareció el de los delfines. También es muy linda el encuentro con los pinguinos. A la noche fuimos a la cena con Santa, estuvo muy bien