Fuimos en pareja a la actividad de stand up paddle, muy entretenido, Pablo y su perro Rasti nos pasearon por la laguna de Cahuil, nos enseñaron un montón del lugar, las salineras y las aves. Cuando terminó el paseo nos esperaban en la otra orilla con un snack variado (huevos, frutas, chocolate, etc) y un jugo vitamínico exquisito hecho en casa. 10 de 10 la experiencia, lo volveríamos a hacer, muy recomendado.