Me encanta la ubicación de este encantador hotel informal entre Viña del Mar y Renaca; colocada sobre un crestón de rock en el borde de la reluciente azul Océano Pacífico. Las vistas son espectaculares y extensas sur son la bahía y las playas de Viña del Mar que mezcla mágica en el puerto de Valparaíso. El aroma fresco náuticos ... todo lo necesario del mar le da la bienvenida junto con un personal amable. Recomiendo una habitación con vistas al mar donde puedes abrir las ventanas dobles, tumbarte en su cama y todo lo que ves es el océano vibrante. Las habitaciones son pequeñas pero cómodas y el sonido del océano es hipnótica, mejor que cualquier otra pastilla para dormir. El restaurante, con las mismas vistas bellísimas sirve algunos de los mejores mariscos en Chile. Prueba el loco y las machas con una botella de su vino favorito, blanco o tinto. También hay un pequeño pero agradable solarium para tomar sol y una piscina para refrescarse en los días más cálidos, pero ten en cuenta que puede hacer fresco incluso en verano, así que por la noche se debe tener por lo menos una envoltura ligera. y desde el Oceanic es fácil de llegar en coche por la costa a una variedad de playas, para el almuerzo, o tomar una excursión de un día completo a Zapallar.
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