Lo bueno:
Las cabañas nuevas, cómodas, limpias, con un ambiente agradable y tranquilo para el descanso.
Atención de la dueña, amable, atenta a necesidades de pasajeros.
Lo malo:
Se ubica en un lugar retirado, prácticamente no hay conexión a internet por wifi y datos móviles. No cuenta con frigobar, sólo te permiten usar el de los dueños y de forma muy limitada, para no afectar su propia venta de cervezas y vinos.
No cuenta con servicio de comida y los restaurantes están alejados, se debe solicitar reserva con más de 24 hrs. de antelación, de lo contrario se corre riesgo de no conseguir cupo (y no hay internet).
El lugar en su entorno es pequeño (es solo lo que se observa en las fotografías), además de utilizar la pequeña piscina no se pueden realizar otras actividades.
El dueño es muy poco receptivo a sugerencias.
Se paga por adelantado y solo hay devolución parcial si se cancela la reserva.
Conclusiones:
La experiencia queda al debe. Venden el concepto de "sustentabilidad", pero solo es menos servicios a un alto precio.
NO LO RECOMIENDO.
Es un lugar excelente por su atención directa de sus dueños. Las habitaciones impecables. Un desayuno rico. Lleno de lugares cercanos para visitar y vivir diferentes experiencias restaurant y viñas. Está cerca de Santa Cruz que es un pueblo muy concurrido. Muy seguro. Ideal para descansar sacarse el estrés de la ciudad leer un buen libro y también algunos chapuzones en la piscina.
Un lindo lodge, cada detalle muy bien pensado. Te puedes relajar en la piscina, con música agradable y un ambiente tranquilo. Atendido por los dueños, un matrimonio espectacular. Rico desayuno, en donde no falta ni sobra nada. Una buenísima experiencia, lo recomiendo a ojos cerrados.
Fue una estadía maravillosa, los dueños muy atentos, preocupados, fui a descansar con mi señora y eso fue lo que logramos. Las instalaciones muy cómodas, las piezas bonitas, la piscina muy agradable, el desayuno tipo buffet muy rico.
Increíble le Barrica Lodge! el lugar es PRECIOSO, lleno de detalles de buen gusto y cuidado ecológico. Las piezas preciosas, espaciosas y demasiado cómodas. La cama un sueño y el baño impecable. El lugar es muy acogedor, tranquilo, solo se oyen los pájaros. Está lleno de rincones para sentarse a mirar la naturaleza o tener una buena conversa con vinito o algo del "honesty bar" (puedes sacar lo que quieras y anotas tu consumo para pagar al check out). La piscina muy linda, cercana al sector del desayuno (que es delicioso), que es como un lugar de encuentro lindo y acogedor.
Paula y Cristóbal siempre presentes y preocupados de todos los detalles, hacen una gran diferencia en la experiencia.
Definitivamente lo recomiendo, para parejas, familias, etc.