En nuestro primer viaje a Rapa Nui con mi esposa, nos recomendaron el Hostal Tojika y la verdad fue un total acierto. Desde el arribo al aeropuerto de Mataveri donde nos esperaba Macarena, así como la habitación simple pero muy cómoda, limpia y con todo lo necesario para una estadía tranquila, sumado a la siempre sonrisa y amabilidad de Jimena, puedo decir que la estadía en el Hostal superó ampliamente nuestras expectativas y lo recomiendo 100%. A considerar...el hostal como toda la isla tiene un eficiente sistema de reciclaje, por lo qué hay que colaborar con este tema tan importante para ellos. Y si los invitan a alguna fiesta local... no lo duden un minuto.... experiencia fantástica para conocer mejor la cultura de Rapa Nui. Finalmente .... imperdible las puestas de sol desde la terraza del hostal... una de las mejores sin lugar a dudas.…
Al leer los comentarios decidí contactarlos y desde el primer e-mail Macarena se portó de lo mejor. Es un hostal con todos los servicios, hasta el internet que a veces no es estable en la isla en el hostal siempre funcionó. Tiene vista al mar. La ubicación es conveniente a pocos minutos del centro. Puedes reservar tours, rentar carro, bici, ATV. El traslado al aeropuerto está incluido. Éste si es un lugar que te permite disfrutar aún más de los encantos de Rapa Nui. Gracias por hacerme sentir como en casa. La Sra. Gimena también muy atenta y servicial. Muy recomendado!
Excelente hostal muy cercana al centro de hanga roa, con una vista inigualable. La habitación compartida muy cómoda con aseo a diario. El sector es muy tranquilo, algo oscuro de noche pero Hanga Roa es muy seguro. La amabilidad del personal se destaca.
Si tienen la oportunidad de visitar rapa nui, no duden en alojarse en hostal tojika, tremenda preocupación de su dueña (Sra Ximena), como de sus trabajadores. Amabilidad, limpieza, comodidad, alegría y tranquilidad. La parte del exterior de la hostal, te da la opción de ver unos atardeceres de maravilla, relativamente queda todo cerca; reitero la limpieza de la hostal, te sientes en tu casa, todo a la mano realmente fantástico. Tienes la opción de poder ocupar su cocina,como también dejar tu comida en algún piso del refrigerador que te es designado, al igual que un mueble para guardar mercadería (tienes que llevar tu candado, pero no es algo tan necesario). No olvides dejar las preocupaciones y el estrés de lado y parte a vivir la isla.
Excelente atención por parte de todo el personal, tanto de Jimena, la dueña,que siempre tiene atenciones y está atenta a tus necesidades, como dejarte frutas o paltas, como del resto de quienes trabajan ahí: Mareva, Rosa y Jésica. La habitación y espacios comunes muy limpios. Queda cerca del centro y tienen una vista muy hermosa. Desde la galería se puede ver el atardecer. Volveríamos sin dudarlo
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