Debo señalar que desde que ingresamos hasta que nos fuimos hubo mucha preocupación por parte del personal, nos asistieron en señalarnos lugares turísticos que visitar y para qué hablar de su restaurante un 7 de comida en especial los pasteles de jaiba se los recomiendo
Fuimos con mi marido a pasar nuestras vacaciones (4 noches). Desgraciadamente, nuestra experiencia no fue placentera: 1. Una semana antes de llegar, le pido a Stephanie reservar una tinaja caliente para el día de nuestro arribo y ella me indica que no es necesaria la anticipación, que la pidamos cuando lleguemos. Así lo hacemos y Roxana, la persona que nos recibió, nos indicó que no era posible, pues ella se iba a las 20:00 horas. Lo lamentamos y reservamos para el día siguiente. Al otro día, durante el desayuno, la misma Roxana le pregunta a otra pareja sobre su tinaja y le dijo que la había preparado a las 6pm. Nosotros quedamos asombrados, pero decidimos pasarlo por alto. 2. El segundo día de nuestra estadía decidimos preparar alimentos. Al sacar los utensilios (ollas), nos percatamos que estaban sucios, con restos pegados, llenos de grasa. Tuvimos que empezar por lavar todo antes de usar. Al reclamarlo, Stephanie se deshizo en disculpas, prometiendo una limpieza exhaustiva al día siguiente, cuando saliéramos. Tuvimos la oportunidad de conocer a Stephanie en uno de los desayunos y, al preguntarnos si todo estaba bien, indicamos que no. Quedamos de hablar después. Tuvo la oportunidad de oro para fidelizarnos, ya que al regresar luego del desayuno, la vimos conversando al lado de nuestra cabaña. Pensamos que nos tocaría la puerta para conocer nuestros dolores respecto a su negocio, pero no fue así. La siguiente comunicación fue sólo por whatsapp 3. La tinaja que sí nos prepararon estaba fría. En una noche también fría fue imposible disfrutar. Al hacer el reclamo a Stephanie, se limitó a indicar que no la cobrarían. 4. Había mucho mal olor (tipo olor a desagüe). Al informar, se nos indicó que habían hecho limpieza de ductos (de baño, entiendo), pero no nos entregaron aromatizante ni nada por el estilo. 5. ¡Muchas moscas! Tuvimos que comprar insecticida que gastamos en 2 días 6. Un día llegamos a tomar desayuno a las 9.45 y nos dicen que es desde las 10.00, cosa que no nos informaron con anticipación. 7. Pedimos varias veces la clave wi fi, pero nunca pudimos acceder, puesto que se requería un nombre de usuario y contraseña. Este tipo de información (6 y 7) debería estar por escrito en cada cabaña o habitación. En general, el lugar tiene muchas opciones de mejora, partiendo por la atención al cliente. Luego, no se pueden permitir lujos como tener utensilios de cocina sucios o poner una toalla en el baño, que está con manchas de cloro, sábanas gastadas, colchón desvencijado, no reponer papel higiénico ni bolsas de basura, etc. Tampoco descuidar el tema "gatos". Tuvimos una madre con dos crías que estuvieron todos los días en nuestra puerta pidiendo comida e incluso entrando a escarbar la basura. Cabe destacar que la limpieza exhaustiva que prometió Stephanie, nunca se realizó porque cuando salimos, se dieron cuenta que no tenían copia de la llave... Es otro lujo que no se pueden permitir. En todo establecimiento hotelero deben tener una llave maestra que abra todas las habitaciones (cabañas, en este caso). El lugar es lindo y hay mucho que se puede hacer para brindar una experiencia confortable que, desgraciadamente, no pudimos tener.…
En primer lugar, no se asemeja a lo que publicitan por Booking que es el sitio gracias al cual obtuve información. Las fotografías no dan la idea precisa de lo que el lugar es. Desde el punto de vista funcional no entrega confort, los muebles bailan, están desvencijados y los pocos objetos decorativos de las paredes amenazan con caer al mínimo roce. El menaje en general es viejo, sobretodo los cubiertos y no es gozoso comer con ellos. En lo que a limpieza respecta, el lugar no entrega el mínimo para sentirse en un lugar limpio. El suelo no es realmente susceptible de ser limpiado debido a la separación entre tablas, en la que se alojan todo tipo de suciedades. Del baño emanan olores fecales y el desagüe de la ducha, un puro agujero mal planteado en las palmetas que hacen de suelo de ducha, es espantoso. De las baldosas rotas en zona de cocina y baño también podríamos detallar algo, así como de varias telas de araña en los cielos de la cabaña. Esta no está limpia. Desde el punto de vista del diseño, no entrega el confort estético que promocionan en Booking. En cualquier caso, lo que nos ha parecido peor es el mal aislamiento de la cabaña frente al frío de la noche. Viajando con los niños esto es lo que más me ha incomodado. En pleno febrero he dormido con chaqueta puesta, igual mis hijos. Andamos todos con algo de tos de respirar la atmósfera fría al interior de la cabaña. No vale lo que pagamos.…
Es un lugar muy recomendable para ir a descansar, las cabañas y suites son bastante cómodas y todo está siempre muy limpio, lo bueno es que cuenta con un restaurante ahí mismo y las comidas son variadas y ricas. Destaco la buena atención del personal y la buena disposición que tienen siempre, lo que hace la estadía bastante cómoda.
Un lugar mágico, todo el personal con una sonrisa muy ricos los tragos la comida excelente es uno de esos lugares que volvería 100% recomendable. A pasos de la playa, cerca hay un mirador que tiene una vista maravillosa
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