Bienvenido a La Jolla de Guasacate, tu segundo hogar en Las Salinas. La Jolla de Guasacate tiene como objetivo conseguir que tu visita sea lo más relajante y agradable posible, razón por la que tantos huéspedes siguen volviendo año tras año.
Las habitaciones de La Jolla de Guasacate incluyen cocinita y aire acondicionado para una comodidad mucho mayor, y los huéspedes pueden permanecer conectados con wifi gratuito.
Su piscina y desayuno también contribuirán a que tu estancia sea incluso más especial. Si vas en coche a La Jolla de Guasacate, hay parking gratis disponible.
Durante tu estancia en Las Salinas, puedes probar restaurantes de comida italiana como Restaurant Todo con Amor, que sirven fantásticos platos.
La Jolla de Guasacate te acerca a lo mejor de Las Salinas, tratando de que disfrutes de una estancia relajante y agradable.
Excelente servicio, el trato y la comida como en casa y super nica y rica, la hosted grace nos atendió de maravilla, super buena onda y cariñosa, además muy servicial. Las habitaciones hermosas y cómodas. Las instalaciones muy limpias y cómodas, la piscina super limpia.
Un bonito lugar y experiencia, cercano a la hermosa playa Pocoyo, aproximadamente a 2 kilómetros. Menú un tanto limitado pero buena sazón. Habitaciones agradables y acondicionadas. Sin TV que distraiga.
Nos hospedamos por 8 días, un grupo de misioneros / voluntarios. Nos atendieron a cerpo de rey. Las comidas muy buenas. Las habitaciones excelentes. Las camas, de primera. La vista es preciosa. Hay cabinas equipadas con refrigedarora, cocina, horno microondas, coffee maker, tostadora. Obivamente con a/c. Agua caliente. Un detalle importante es que es con desniveles y no cuenta con facilidades pa personas en sillas de ruedas. Para llevar el equipaje a las habitaciones tiene un personal y un vehículo (Polaris). No encuntro necesario incluir las fotos que tengo porque entiendo que tiene una página web.
El lugar es muy bonito, es como una casa de playa. El camino es extraviado y la carretera muy mala. La piscina es bonita y mediana, si el lugar estuviese lleno sería incómodo, fui con mi familia y estábamos sólo nosotrxs y otras 4 personas que no permanecieron en el sitio. La atención es excepcional, la anfitriona te hace sentir realmente especial. Las habitaciones son agradables, salvo por la que queda frente a la casa (las ventanas no son polarizadas y sólo las cubren unas cortinas) se siente poco privada. La comida es deliciosa y el lugar es tranquilo. El mar queda a 10 min según nos dijeron, se paga transporte para llegar allá. Se necesita suficiente tiempo para ir y disfrutar la estadía. Los precios son caros, hospedaje aproximadamente 200 dólares y comida a partir de 10 dólares un plato, entradas al rededor de 8 y 9 $ pero valen la pena. …
excelente lugar para descansar, muy buenas habitaciones 0% de estrés, el camino un poco malo pera ya estando en el hotel todo eso queda atrás. Lo mejor es que puedes tu mismo realizar tus alimentos en la misma habitación
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