Si buscas un complejo turístico con todo incluido con encanto en Cancún, no te pierdas Le Blanc Spa Resort.
Al contar con muchos conocidos puntos de referencia en las inmediaciones, como Templo de Alácran (1,9 km) y Avenida Kukulkan (2,9 km), los huéspedes de Le Blanc Hotel tienen la oportunidad de visitar con facilidad algunas de las atracciones más populares de Cancún.
Las habitaciones de los huéspedes ofrecen servicios como televisor de pantalla plana, minibar y aire acondicionado, y los huéspedes pueden permanecer conectados con wifi gratuito que ofrece el complejo turístico con todo incluido.
Le Blanc Spa Resort tiene conserje y servicio de habitaciones para que la estancia sea más agradable. El establecimiento también cuenta con piscina y desayuno. Si vas a en coche a Le Blanc Cancun, hay parking gratis disponible.
Si te gustan los restaurantes de comida mediterránea, Le Blanc Spa se encuentra cerca de La Madonna, The Azur y Olio.
El personal de Le Blanc Spa Resort está deseando atenderte durante tu visita.
Muy bien comida muy gourmet para gustos de cada quien muy bien, para criterio tener comida no todo gourmet, y mejor alcohol para la categoría del hotel, lo demas es muy bueno por algo el mejor de cancun El barman Miguel excelente
Es un hotel tranquilo, la mayoría de los huéspedes son mayores. Pero para un todo incluido y en plan tranquilo o romántico, está perfecto. El servicio es muy bueno y te hacen sentir como en casa. Visitamos después del huracán delta y están muy preparados para cualquier tipo de situación. Las albercas son grandes y acogedoras. La comida excelente.
No conocíamos el hotel y realmente nos sorprendió! La atención es de lo mejor y las instalaciones son preciosas! El servicio por parte de todos los trabajadores es excelente siempre amables y con una sonrisa, en el restaurante la terraza siempre nos atendieron de maravilla Rubicel, Dany y Brayan y en el área de la alberca de la Laguna, Christian, Ofrei y Alex, gracias a todos y sin duda volveremos!
Felicitar al personal del hotel por su amabilidad y excelente servicio. Gran variedad de comida y bebida y de lo mejor. Alberca y playa excelente para disfrutar con amigos. Definitivamente si regresamos.
La Pandemia por COVID hizo que todos los planes que teníamos fueran pospuestos, a excepción de este viaje que después de mucho pensarlo decidimos realizar. Desde nuestra llegada se siente un ambiente de seguridad al ver qué absolutamente todo el personal está utilizando correctamente el cubrebocas, en muchas áreas del hotel hay señalética que te ayuda a recordar las medidas de prevención que son necesarias seguir tomando. ROCIO la recepcionista que nos recibió nos explicó todo a detalle con respecto al hotel y nos invitó a descargar la app del Le Blanc, desde la cual podríamos ver todos los menús de los restaurantes, solicitar room service y amenidades entre otras cosas, todo esto mientras disfrutábamos del cóctel de bienvenida y unas almohadillas para el cuello con aroma ideales para relajarnos después de un viaje de 4 horas. Terminando el check inn, RENÉ ya se encontraba esperándonos y nos informó que él sería nuestro mayordomo por las mañanas durante nuestra estancia. Muy amablemente nos acompañó hasta el restaurante Blanc en el cual desayunamos unos exquisitos huevos benedictinos. Momentos más tarde nos informaron que la habitación ya estaba lista. La puerta tenía un sello en el que indicaba que se encontraba sanitizada y puedo asegurar que así era, ya que al entrar absolutamente todo se encontraba impecablemente limpio y con un aroma a sanitizado (ese olor a sumamente limpio). Todo esto como parte del nuevo programa que al parecer están implementando llamado PURELY LE BLANC. Por la tarde en el corredor nos encontramos con ANTONIO, quien se presentó como nuestro mayordomo del turno vespertino y desde ese instante nos ofrecía su servicio y completa disposición. El viernes 04 de septiembre era un día muy especial para mí prometido y para mí, por lo que desde un día antes hicimos una lista con solicitudes especiales misma que entregamos a ANTONIO. Llegó el viernes y justo como habíamos solicitado a las 8:30 am, tocaron al timbre y era el room service con nuestro desayuno, el cual montaron en la mesa de la habitación y confirmaron platillo por platillo todo lo que habíamos solicitado por lo que tuvimos un muy rico desayuno con vista al mar. Después del desayuno bajamos a la playa y LUCINDA, nuestra pool concierge nos acompañó hasta nuestros camastros y nos colocó la sombrilla. Era la segunda vez que nos apoyaba y siempre se mostró muy atenta y al pendiente que nunca nos faltará agua, hielos y toallas secas, ya sea en la playa o piscina, estaba a nuestra disposición con un gran carisma asegurándose que estuviéramos a gusto. ANAHÍ, los meseros y bartenders de la piscina y playa muy atentos a cada instante. Llegó la tarde y en nuestra habitación ya se encontraba el jacuzzi y la aromaterapia lista como lo solicitamos. Sabemos que la persona responsable que hacer esto posible fue nuestro otro mayordomo JOSÉ, quién le había tocado trabajar en nuestro piso ese día y a pesar de solo haber estado dos turnos con nosotros desde un primer momento ya nos había identificado con nuestro apellido. A las 8:30 ya teníamos nuestra reservación en Lumiere (misma que habían realizado por nosotros nuestros mayordomos). JONATHAN fue el mesero que nos atendió durante nuestra cena y nos explicaba cada platillo con especial esmero y asesoraba con nuestras dudas con respecto a que elegir ya que todo lo que estaba en menú se veía muy bueno. Toda la cena fue exquisita con la que se podía notar el profesionalismo del chef y personal de cocina. Kakau es el lugar ideal para esos antojos de la tarde o mañana. ANGÉLICA es la encargada del área, en toda ocasión fue muy atenta, servicial y alegre, además de preparar unas crepas y cafés muy ricos. Llegó el momento más triste de nuestra estancia la despedida, sin embargo, EDUARDO hizo que el check out fuera muy ameno, tanto así que nos dio un último detalle y recuerdo por parte del hotel. Por último, queremos reconocer y agradecer a las camaristas que durante nuestra estancia se lucieron con la limpieza y detalles de la habitación. JANAÍ, sin duda es un gerente extraordinario y se nota el liderazgo, esmero y dedicación con el cual lleva la organización de este grandioso hotel. En general todo el personal del hotel logra hacer que tú estancia supere tus expectativas y no cabe la menor duda él porque es considerado el hotel No.1 de Cancún. Atentamente. Señores Arjona habitación 618…
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