El bonito edifico, que alberga un mágico patio, da lugar a un hotel de estética boutique y trato familiar y cercano, el personal quiere hacer que te sientas en casa. No tiene spa ni gimnasio, solo un “bar” no atendido en la azotea, y abierto 24 horas, limitado a una nevera con refrescos y bebidas alcohólicas (el resto tenías que pedirlo en recepción). Nos alojamos en una de las suites del ático de la que lo más destacable era su terraza con hamacas, ducha y vistas a la catedral. Bien climatizada e insonorizada (por suerte no hubo huéspedes tomando algo por la noche en el “bar” porque la terraza de la habitación y la común solo están separadas por unas jardineras). El resto de la habitación era bastante minimalista con una cama cómoda, armario pequeño, hervidor de agua, nevera excesivamente grande… Cuenta con un aparcamiento cubierto (15€/día) en un edificio cercano. Es muy estrecho, con bastantes columnas y muy cerradas las curvas entre plantas. Nosotros teníamos alquilado un coche grande y resultaba tedioso bajar hasta la -2 para aparcar. No nos gustó tener que abandonar el aparcamiento en cuanto hicimos el check out: si estamos de turismo en la ciudad qué menos que poder usar el aparcamiento al menos unas horas más y no vernos obligados a buscar otro garaje (en Las Palmas muchas calles son zona O.R.A. y las calles de aparcamiento libre suelen estar bastante llenas). El desayuno es casero, sencillo y completo, con propuestas dulces y saladas. Muy rica la pastelería. Al hacer el check in nos invitaron a una copa de cava y a una tabla de quesos, algo que nos encantó. Estábamos tan cómodos esperando a que nos entregaran la llave de la habitación, porque cuando llegamos no estaba preparada, que decidimos tomarnos una segunda copa. Cual fue nuestra sorpresa cuando al hacer el check out vimos en la factura que nos cobraron habían cobrado esa segunda copa. Muy cutre que pagando más de 200€ por una habitación/noche te cobren 4,5€ por una copa de cava de una botella que ya está abierta. Pese a que la estancia fue agradable, precioso el edificio, los detalles mencionados hicieron la experiencia agridulce, por lo que no volveremos ni lo recomendaríamos.…
Buenas tardes, éste mensaje es para todo el equipo del Hotel. Somos Guacimara y Ayoze, hemos pasado una estancia para nuestra Boda del 17 al 19 de Septiembre, y parte de nuestras familias también. Queremos darles a cada uno de las personas que nos atendieron desde el primer correo electrónico, a la llegada, a la estancia y a la salida del hotel un millón de gracias. Nos atendieron exquisitamente, con una educación brutal, una empatía, ayuda para todo, facilidades para cualquier momento. Por supuesto comentar también la limpieza de las suites, la calidad y cantidad de alimentos al desayuno, todo fue perfecto para un fin de semana muy importante para nosotros. Hemos quedado encantados. Muchas gracias a todos/as. ¡¡Muchas muchas gracias!! Saludos, Guacimara y Ayoze.
Solo se puede dar las gracias al equipo del hotel, que nos hizo todo lo que queríamos en nuestro día. Tanto el servicio del restaurante que tanto nos mimó, una gran variedad y todo riquísimo. Las habitaciones espaciosas ideales para poder prepararse con los profesionales y familiares que quieres que estén contigo en ese momento tan especial, con sitios perfectos para fotos con encanto en el casco histórico de la ciudad, con la catedral de fondo y un balcón canario espectacular. Gracias por un trato inolvidable y por sé puro detalle, antes, durante y después del día de nuestra boda.
Fui recomendado por un amigo y me sorprendió gratamente. Nunca imaginé que en un hotel urbano se pudiera descansar tan bien y acompañado de un restaurante a la altura. RECOMIENDO IR. Servicio al detalle sin faltar de nada
Hacia que no nos sentiamos tan a gusto en un establecimiento hotelero,desde la llegada fuimos recibidos con una calidez, amabilidad y simpatia, Despues entramos en la habitación y descubrimos que salia de la normalidad de los hoteles de su categoría. Una confortable habitación, la cama super comoda, salon inmenso, baño espectacular, nevera, mesa y detalle de cafetera nespresso y hervidor de agua para te. Referente al Restaurante es espectacular, con una carta diferente y atrevida, pero con mucha calidad. El chef con una sencillez y elegancia explica la carta a la perfección. Para terminar quisiera hacer mención a la Srta. Miriam, súper amable, servicial, atenta y siempre con una sonrisa encantadora.... GRACIAS POR SU PROFESIONALIDAD.
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