Este alojamiento alternativo y único en el parque natural de Cabo de Gata, se ubica en el pueblo San José.
Tiene habitaciones de 2, 4 y 6 plazas en litera. Los baños y duchas son compartidas.
Tiene dos terrazas exteriores y un bonito patio interior.
El Restaurante/Bar se entcuentra en la terraza de entrada al albergue, que ofrece desayuno, comida y cena. También se ofrecen coktails.
La playa queda a 200 metros de distancia.
El precio por persona y noche es:
15€ en la temporada alta (Semana Santa y del uno de Julio - uno Septiembre)
12€ en la temporada baja (resto del año)
El precio inclue sábanas, acsesso a internet y parking no vigilado.
También tenemos neveras para que guarden su comida.
La recepción esta abierta de
9 a 12 en la mañana y de
18 a 21 en la tarde.
Un sitio acojedor por las personas que lo regentan y por el espacio, preciosos! La última noche hicieron un concierto a la luz de las estrellas...! Habitación con ventana q da q una terraza y con una brisa apacible para dormir... Slow life!! Gracias Estela y Álvaro!!
El sitio deja mucho que desear respecto a limpieza, las habitaciones no tienen llave por lo que puede entrar cualquiera. Nuestra primera noche, al volver, nos encontramos que alguien había entrado y había dejado una manta en el suelo. Y la segunda noche, nos encontramos dentro de las fundas de dos almohadas dos lonchas de salchichón. No se lo recomiendo a nadie.
La ubicación es perfecta para moverse por el Cabo de Gata. Puedes aparcar fácil en los alrededores y el centro de San José a pie está a solo 5 min, lo que es muy cómodo para acceder a todos los servicios. Las zonas comunes del albergue son muy bonitas, frescas y agradables. La cocina estaba cerrada por el covid, pero puedes usar las instalaciones (mesas, fregaderos, etc) para cocinar o comer con tus medios. El personal muy atento y amable, muy agradecidas a Álvaro que nos atendió muy bien y al personal de limpieza, porque con la situación del covid, admirable lo limpio y desinfectado que estaba todo. El bar con precios asequibles y ambiente muy agradable. Lo único negativo a reseñar es que las habitaciones eran muy calurosas a pesar de que fuera soplaba una agradable brisa. Hay un ventilador pero no es suficiente para las noches más cálidas.…
El servicio es pésimo, porque parece que les debes un favor al estar allí y pagar un servicio público, son unos mal educados con ínfulas de progretas mega-guay, parecen ellos los clientes y tu el empleado. Me fui harto de ellos por el mal trato de la chica de recepción con gritos incluidos por gritarme públicamente encima delante de mis hijas menores de edad, el mundo al revés............. El chiringuito es caro, lento mal servicio y mala comida, cada vez lo regenta gente distinta......... ¿se hartan de ellos los clientes? y le niegan un vaso de agua a mi hija pese a desayunar allí o cenar todos los días desde hace años y gastarme un dineral "aquí vendemos el agua..." le dijeron a mi hija, o llegar de viaje a las 22:00 en 22 julio y dejarte con dos niñas sin cenar "ya hemos cerrado" cuando el horario es hasta las 23:00 bordes a más no poder siempre que no seas "de su rollito" Un mojito son 8 € eurazos..... en vaso plástico... Las taquillas del cuarto están en un rincón que se abren las puertas al revés hacia el rincón y no hacia el cuarto y no se puede acceder bien al interior........... así todo. 8 días alojado y 5 dias sin ventilador porque estaba de revisión en la ciudad a 50 kms..... La wifi tampoco funciona, las neveras o refrigeradores tampoco enfrían tienen más años que matusalén, la cocina del patio trasero no la abren nunca según ellos porque estaba estropeada y en cambio es falso, no la quieren abrir y funciona perfectamente y la cocina del exterior no se puede usar por ser muy antigua de butano y el viento de la zona apaga el gas. Las sabanas son pequeñas y no encajan en el colchón, es imposible ponerlas Se aprovechan porque hay poca oferta de alojamiento y los precios son caros ya que si vas con niños sale a precio de hotel, justificándose por la belleza del lugar, que no del albergue. Si eres de su cuerda, porrero, perro-flauta y demás "Primus inter pares" te irá de maravilla y sobre todo no vayáis con niños menores que tampoco les gustan UN HORROR Mostrar menos Fecha de la estancia: julio de 2019…
Lugar acogedor,limpio y agradable. Camas cómodas. Espacios comunitarios muy bonitos, Cocina exterior para compartir. Baños muy limpios. Ventiladores en las habitaciones. Zona de bar-cafetería muy agradable. Único defecto, la atención del bar y la variedad y cantidad en las comidas. En general, sitio muy recomendable. Volveremos, sin duda.
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