En un entorno natural precioso, un lugar lleno de historia, con bellos jardines, dedicada atención y distintas actividades propias del fundo. Caminar por Playa Maqui, recolectar frutas, alimentar a los terneros, disfrutar de la tina caliente, asombrarse con el relato de la tertulia histórica, disfrutar de un abundante y relajado desayuno... NOS ENCANTÓ y queremos volver muchas veces más!
Llegamos de casualidad recorriendo sur de Chile y nos encontramos con esta casona de 1880 restaurada por la quinta generación de los fundadores que llegaron de Alemania Hotel único recomendado desde todo punto de vista y la Tertulia nocturna de Daniel (dueño) sobre la historia de la casa, de la familia y la colonización Alemana es imperdible.
Un lugar que en las imágenes en Booking.com se ve como ideal para pasar las vacaciones. La verdad estuvimos una noche y no volveremos a ir. Si bien el administrador y el personal son muy amables, la casona vieja deja mucho que desear, de partida está bien retirada del pueblo por que lo que para todo hay que movilizarse bastante, el camino es muy malo (aunque estaban arreglándolo). Lo alejado podría pensarse sirve para descansar. Sin embargo lo antiguo de la casa no lo permite. Todo suena y cruje en forma molesta. No nos dejo casi dormir. Si pretenden descansar. No es la mejor opción
Realmente excelente La calidez de la atencion Las instalaciones estan impecables Todo a nuevo pero con ese aire antiguo... Olor a canela por todos lados y musica relajante. Los desayunos muy completos, los almuerzos y cenas riquisimos !!!! Los establos con terneritos recien nacidos Sin lugar a dudas un lugar muy recomendable para disfrutar en familia No dejen de ir al "hot tube" excelente !!!!
Lo mejor fue la cocina de Miriam, platos tradicionales chilenos y alemanes muy bien preparados con puntos de cocción perfectamente manejados: chuletas apanadas de cerdo, asado alemán y strudel entre otros. El hotel es una casa típica de la zona sur, con un comedor amplio y un living algo pequeño como para acomodar a todos los huéspedes. Las habitaciones exteriores no poseen relación con la casa y comparten una misma infraestructura por lo que los ruidos no están tan bien aislados. El hotel es visitado mayormente por familias grandes con niños pequeños por lo que no lo recomiendo para parejas. En general este B&B no logra sacar provecho del lago ni del campo.
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