El entorno sin duda es lo más rescatable del lugar, una casona antigua manteniendo la esencia de los años 50. Pero hay detalles importantes de saber antes de ir...para llegar al lugar debes recorrer 5 km de un camino de tierra que no está en muy buen estado, lo que hace que sientas que es eterna la llegada...pero llegando al lugar te encuentras con un lugar precioso, el fundo de la familia cuenta con una pequeña lechería, donde puedes visitar en las mañanas a los terneritos mientras los alimentan, debo decir que fue un poco triste esta experiencia porque te das cuenta lo descuidado y abandonado que tienen está area, muchos animalitos enfermos, eso es fome....contrarresta bastante con el cuidado que tienen de la casona. La casona en si es muy linda, las habitaciones impecables,…
Un lugar maravilloso. Excelente atención. Confortable y con una rica y sana comida de casa. A minutos de Frutillar y pasos de una de las más lindas bahías de La comuna está Playa Maqui un lugar precioso, congelado en el tiempo, cuidadoso de la tradición y renovado. Con el cuidado y cariño de sus dueños que traspasa generaciones. Un imperdible para alojar en la tranquilidad y belleza natural y humana que Frutillar ofrece.
Nos alojamos una noche. Linda experiencia. Una casona muy vieja con detalles y elementos antiguos interesantes. El dueño y el personal muy atentos. Al abonar teníamos prefijada una tarifa en dólares y nos cobraron en pesos chilenos aduciendo que no lo podían hacer en dólares. Al efectuar la conversión a dólares nos cobraron un 10% más en dólares que lo pactado. Uno va a disfrutar y no pretende discutir pero no está bien lo que hicieron.
Excelente opcion para relajarse frente al lago, al estar alejada de la ciudad, no tiene la bulla del pueblo. La atencion muy buena, el desayuno bastante completo, muy buena recepción. Comodo y con diversas actividades
El lugar en sí es muy hermoso, con habitaciones muy bien cuidadas y decoradas. Sólo quisiera sugerir a los dueños que mejoren el servicio de restaurante, ya que por la noche reservamos para cenar en el hotel por una cifra no muy económica precisamente y comimos las peores milanesas que comí en mi vida, secas, sin gusto....incomibles. Fuera de eso, que se soluciona yendo a comer a Frutillar, todo muy bien.
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