Verso Hotel es una nueva propuesta hotelera y gastronómica en la ciudad de Valparaíso. Con un diseño moderno, que mezcla arquitectura y poesía, se ubica en el corazón del Barrio de los Poetas en el Cerro Florida, a escasos metros de La Sebastiana, la Casa-Museo del poeta Premio Nobel chileno Pablo Neruda.
El edificio, de dos plantas más una terraza, combina elementos constructivos como hormigón y metal, con una cuidada decoración, basada en obras de artistas locales y jardines colgantes. Las habitaciones rodean a un patio central a cielo abierto, donde los visitantes pueden relajarse tomando un trago o leyendo alguno de los libros de poesía que se ofrecen en la zona de Lobby y Cafetería.
Cada una de las habitaciones está dedicada a un autor iberoamericano, lo cual se representa mediante poemas seleccionados en sus muros cabezales, los cuales hacen más agradable el descanso.
La terraza panorámica, ubicada en la parte superior, ofrece una espectacular vista de 360º a la Bahía y los Cerros de Valparaíso, y alberga un Restaurante en el que predomina la Cocina Mediterránea, fusionada con elementos regionales chilenos.
Tome la experiencia verso, en la habitación más cara. La verdad la habitación era pequeña y con un baño muy incómodo, abierto. Pésima aislación de sonidos además. La supuesta vista al mar era muy escasa en verdad. En cuanto a los hot tubs, cero privacidad. Se notaba además que la higiene de los mismos no era la mejor (hay solo dos, y con pasajeros en uso constante) La cena, bonita presentación, pero la calidad del plato más bien baja. No sabían puntos de carnes solicitados (fuimos con otra pareja), en el plato de pasta con caracoles, no me toco ninguno. Cerraron el bar sin avisar y jamás nos ofrecieron otra copa para acompañar los siguientes platos. Atención deficiente. Una de las estufas en el restaurant, solo tiraba humo que estaba sobre varios comensales, solicitamos apagarla, pero se demoraron muchísimo. El desayuno con escasa variedad y de mala calidad, sin protocolos COVID (todo el mundo tocaba todo). Sin variedad de té o leches (solo entera). La verdad, no lo recomiendo.…
Hermosa la habitación, buena decoración, bien utilizado los espacios. Excelente vista de la terraza. Buen desayuno, buena atención. Buena mezcla de creatividad con los versos de poetas chilenos en la habitación y en los espacios del hotel.
Fuimos a comer en familia recomendados. La verdad es que los platos son ricos, pero las porciones es el gran problema. Pedí el cordero que estaba delicioso…. pero me comí literal 5 trozos de una porción realmente pequeña. También pedimos la hamburguesa, estaba rica. Pero para una hamburguesa de ese valor no pueden servirte papas hilo. Mínimo papas fritas como corresponde. Muy caro para sus porciones y además lejos. No volveré ni lo recomendaré, una lástima ya que si estaba rico.
Fui con mi pareja, pero las habitaciones son para personas solas por la distribución y aprovechamiento del espacio, el baño y ducha son muy pequeños incluso para una persona de contextura media, la habitación es muy estrecha, no había percheros para las toallas, NO nos hicieron aseo a la habitación indicamos que se hiciera el reclamo y la persona no lo registro. Solicitamos estacionamiento nunca se dio el servicio, la tinaja caliente estaba a 40 grados en pleno verano, fue imposible disfrutarla. Reconozco que el diseño y arquitectura del lugar es interesante con el concepto abierto. El servicio de desayuno estuvo bien.
Increíble lugar, acogedor, moderno, seguro (al lado de comisaría), con una carta de alta gastronomía y bien ubicado; a pasos de La Sebastiana (Casa de Pablo Neruda) y en un barrio donde puedes llegar rapidamente en Uber o caminando a distintos lugares de interés
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