Siempre una excelente experiencia hospedarnos en el Grand Hotel Guayaquil, la amabilidad, hospitalidad y calidad en servicio e instalaciones lo hacen diferente; siempre cuenta con opciones para toda la familia.
Tercera vez que me hospedo en este magnífico hotel. Las instalaciones son amplias y cómodas. Las áreas comunes son hermosas y dan un ambiente muy especial, particularmente en la noche. La ubicación del hotel es ideal para viaje de placer, en plen centro de la ciudad. El buffet del desayuno es muy rico, especialmente la variedad de panes y quesos. El personal que labora es atento, amable y muy servicial. Espero poder regresar pronto.
Buenas instalaciones, excelente desayuno. Lo malo es que fui con niños para estar en la piscina y el espacio para estar en la piscina es muy pequeño. También éramos 4 personas y únicamente había 3 pequeños cajones para guardar la ropa, así que fue incomodo porque no teníamos donde poner la ropa.
Instalaciones y equipamientos aseados y confortables; variedad de pasatiempos; amplia oferta. Una experiencia muy agradable, recomendable y repetible. A estos atributos, debe necesariamente agregarse su ubicación en pleno centro de Guayaquil cerca de todos los atractivos de esta ciudad.
Me gusto, pero se deberían informar cuando uno reserva, que no tienen parqueadero propio y que se tiene que pagar aparte donde se va dejar el vehículo. En la parte interna del hotel al lado de la piscina se encuentra una hermosa iguana la decoración se da para un paisaje encantador.
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