Otra opinión lo describe como chapuza con encanto y es acertado, por que la decoración tiene su encanto y tiene muebles preciosos antiguos. Pero almohadas amarillentas con manchas que parece sangre. Sabana bajera con manchas y cubrecolchones repulsivos con manchas, pelos y partículas desconocidas. Madejas de pelos en la ducha. Una toalla por persona, y lo que no es aceptable es que no pongan una para el suelo. El dueño es displicente y mal educado. Me han dicho que cuando lo gestionaban los padres era un hotel con encanto y limpio. Desayuno deficiente.
El hotel tiene cierto encanto por sus decoraciones pero el edificio en sí no está en condiciones, en la habitación la ducha está medio rota, el personal no es atento (cuesta que contesten los mails, te aseguran que te van a dar una habitación y luego te la cambian al último sin avisar) y no especialmente amable. El dueño parece ser la causa principal del mal funcionamiento del hotel o por lo menos eso da a entender el miedo que parece tenerle el personal. Por último te cobran aprox 2 euros por medio litro de agua... Estuve en dos ocasiones y en ambas tuve la misma experiencia.
Los mejores desayunos servidos en una terraza al aire libre con ardillas alrededor. mucha variedad de comoda y muy sabrosos. La habitación muy cómoda y limpia el problema es que tenía una puerta que conectaba con la cocina de la pieza de al lado y se escuchaba el ruido.
Las habitaciones no tienen nada que ver con las fotos publicadas, nos tocó una pieza prefabricada arriba, la "habitación" da a un patio techado El colchón no es muy cómodo, la ducha con poca agua y alternando frío caliente y el último día tuvimos que bañarnos en un baño compartido porque no había agua caliente en nuestro baño, colocan solo jabón y no colocan toalla de mano, solo toalla de baño. El desayuno es variado y muy rico, solo lo pudimos tomar dos veces de los cuatro días que estuvimos porque comienza a las 7, hora que te vienen a buscar los tours, falta yogurt. El personal que nos atendió es muy amable. El wifi funciona bien.
Estuve allí en julio de este año, y el personal es muy atento. Me alojé en el edificio de hormigón con arquitectura brutalista, elevador y buena habitación; es la opción para los que vamos por razones de trabajo. Hay otra sección, más como para turistas, que era un conjunto de casas de madera interconectadas; allí estaba el restaurante, con desayuno muy variado y sabroso. Es muy seguro y limpio. Pienso que puedo repetir.
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