Precioso hotel perdido en las faldas de los cerros. Tuvimos excelentes y lindos días. Todos muy amables y tratando de adelantarse a lo que uno necesitara. El estilo es lindo, la decoración es norteña y muy acogedora. Disfrutamos el spa, el lugar y las ricas comidas. Sin duda, un lugar muy especial.
Fuimos a almorzar , en general estuvo bien , la comida estaba bien , buena mezcla de sabores , el personal amable ( Garzón ), lindo lugar , podrían mejorar en la coordinación de la llegada de los platos, nos llevaron cosas antes de instalar la mesa y la atención de la recepcionista.
Nuestras vacaciones familiares (2 adultos y una niña de 7 años) consistían en 14 días en el hotel wara, las que estaban distribuidos entre el hotel y el wara nomade. Los días en este último estaban sujetos a disponibilidad de otros pasajeros. A pesar que reservamos con meses de anticipación, 3 días antes del viaje nos avisan que no hubo más interesados y que esperáramos durante nuestra estadía en el hotel (durante los 8 días) si se generaba una reserva en nomade, para que así pudiésemos ir nosotros. Lamentablemente no hubo interesados y la única alternativa era quedarse en el hotel. Aceptamos, dado podíamos hacer uso de las instalaciones y tomar algunos tours a las playas por el día. Sin embargo, nuestra experiencia en el hotel no fue la que esperábamos. Una estadía de 14 días pasó a sólo 5 días en hotel wara: 3 días completos en instalaciones y 2 días completos de tour, con agentes externos al hotel. Las razones del por qué no quisimos quedarnos más y llevó a cambiar nuestro itinerario, fueron las siguientes: 1. Recepción: no existe. No dan información de nada al llegar ni de la habitación, ni instalaciones ni menos de actividades dentro y fuera del hotel. Estando ya en el hotel nos dimos cuenta que no había nada que hacer en él. 2. Arquitectura: en general es bonita e instalaciones también. Y este punto es el único que se puede destacar. 3. Habitación: simple. Frigobar vacío (no hay bebestibles ni a la venta ni menos gratis). La razón que me dieron: “por covid” el frigo bar se mantiene vacío. Sin embargo, en el escritorio dejan una botella de vidrio con agua (la cual no cambian) y ante la duda de su procedencia (mineral o de la llave), no la consumimos. 4. Baño: es amplio. Ofrece shampoo, acondicionador, jabón y loción de crema. Nada más. Había un canastillo con tapa que contenía unos pañuelos desechables, pero estaban abiertos (probablemente habían sido abiertos por los huéspedes anteriores). Esto demuestra que las medidas de Sanitizacion y limpieza no son tan prolijas. Por tal motivo no hicimos uso de ellos. 5. Desayuno: mala calidad. Consiste en fruta, huevo, queso, jamon, yourth, cereal y pan. La Fruta no era fresca: La manzana estaba arinosa y unos arándanos con hongos. Queso y jamón no eran frescos: Queso estaba laminado y duro, y jamón con exceso de grasa. A eso se suma que estaban muy mal cortados y presentados. Huevos: huevos a la copa venían descascarados a medias y en pésima presentación. Huevos pochados estaban bañados en aceite, los que fueron incomibles. Pan: una sola variedad. En una oportunidad llegó un cocinero a reponer en pan en la panera con la mascarilla mal puesta, pelo suelto y nos entregó el pan directo de sus manos (no en platos ni servilleta). Le hicimos el comentario al garzon y se disculpó ya que no se explicaba porque el cocinero había tomado esa función. Esto fue realmente de alto impacto y demuestra las escasas medidas sanitarias que tienen en cocina, sobre todo considerando los altos números de contagios que existen a la fecha (covid). La mantequilla, mermeladas (sólo damasco) y azúcar son sachet. Yogurts: muy aguado sólo sabor frutilla y vainilla. 6. Carta: no hay variedad. No hay Platos con comidas típicas de la zona. Los platos no son sabrosos. Nada que se pueda destacar en sabor (y en nuestros 5 días los tuvimos que probar todos). Lo único que se puede destacar son los churros con manjar. 7. Tragos y bebestibles: sin variedad y aguados. Juegos naturales: No hay jugos. En excepciones nos decían que quedaban unos trozos de fruta y que alcanzaba para un vaso o dos, o simplemente nos decían que se había acabado todo o que la bodega estaba cerrada y no tenían la llave. Tragos: no tienen muchos. Pisco souer, tequila margarita, aperol, ramazzoti y mojito. Eso es todo lo que nos ofrecieron. Nada como trago de la casa, ya que no hay. 8. Áreas comunes: el sector de la piscina alcanzan 3 familias máximo (por el número de reposeras). No hay música ambiente y tampoco está el bar abierto. Hay que ir a cocina a ver si pueden traer un trago (que la verdad no vale la pena pedirlos) dado que pocas veces ingresa alguna persona a preguntar si se requiere algo. No tienen snacks, sólo están disponibles los tragos. Y la carta la abren sólo a hora de almuerzo y cena. 9. Entretención: no hay. Solo está la piscina y claro, las tinajas, que tiene un alto valor adicional para que sean prendidas. 10. Servicio: los garzones no son muy atentos, a excepción de uno: Emmanuel (de Venezuela) que era muy atento, delicado al momento de servir, ordenado y rápido. Dado todo esto, sugerimos el hotel exclusivamente como un hotel de tránsito para dormir y tanto como el desayuno y comidas verlas por fuera. También sugiero tomar los tour por fuera. Los garzones contaban q los snacks para los tour los preparaban ellos mismos y era quesos y aceitunas. Sinceramente no confiamos en el servicio, así que decidimos buscar los tour por fuera. Tuvimos la suerte de tomar buenos tour los dos últimos días con una persona externa al hotel. Gracias a él y sus servicios pudimos tener una grata estadía y tanto los snack y almuerzos que estaba incluidos en los tour, eran de primera calidad, hasta nos entregó un cooler con bebestibles y snacks para la estadía en el hotel. Resaltar también que no es un hotel para venir con niños de ninguna manera, no hay entretención ni juegos de mesa para ellos. El menú tampoco es para ellos (no hay menú de niños), y por órdenes de administración no pueden hacer nada diferente a la carta. La experiencia que vivimos nos obligó a acortar el tiempo en el hotel… tuvimos que cambiar nuestros planes de vacaciones, adelantar pasajes y buscar otras alternativas. En resumen: NO LO RECOMIENDO y no es proporcional el valor con el servicio que entregan.…
Wara hotel, es por lejos, una de las mayores decepciones que he tenido. Viajamos a Copiapó con la idea de insertarnos en un idilio turístico y gastronómico. A cambio, nos encontramos con un hotel que, fuera de las comodas y bonitas instalaciones (habitaciones y restaurant) ofrece solo una piscina y unas tinetas que, por calentarlas, te cobran (aparte) más de cien dolares por vez (80 mil pesos Chilenos). El restaurante, merece un comentario aparte: malo y carísimo. Eramos 4 personas (2 adultos y 2 niños) y no bajamos de $ 100.000 por vez. De esta forma, por concepto de almuerzo y cena (el desayuno -muy corriente- estaba incluido) te gastabas $ 200.000 diarios. La carta era aburrida, poco novedosa y mal lograda. El filete Wara (recomendado por el garzón) era un trozo de carne de segunda, lleno de grasa y nervios servido sobre dos papas asadas frías. El pulpo grillado, lo cocinaban en una piscina de aceto balsámico, al punto que perdía el sabor característico, además de duro. El cebiche estaba preparado sin amor, buena materia prima pero 0 sabor. En medio de tanta decepción, un día opté por ensalada surtida y me sirvieron una cama de lechugas con un abanico de palta al centro (como gran atracción) y unos cuantos tomates cherry y esos choclos de coctel de conserva. Además de cara, para mi sorpresa, en la alcurza solo había aceite vegetal, no oliva. Tal vez, lo más rescatable sea un mero a las finas hierbas con un puré de coliflor y unos churros muy ricos. Mi conclusión: si dispones de $ 1.800.000 para gastar en 3 días, en un viaje familiar de dos adultos y dos niños, creo que hay muchísimas mejores alternativas Wara hotel.…
Mala atención de recepcionista, presencialmente fui al hotel y de mala forma me dijo que no habían reservas. No me dieron ganas de reservar para un futuro. Aún que se veía muy bonito y acogedor, es fundamental que las personas que lo atiendan también así lo sean.
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