Bonavista es una magnífica elección para viajeros que vayan a Calella, ya que ofrece un ambiente económico además de numerosos servicios diseñados para mejorar su estancia.
Recepción abierta 24 horas y cambio de divisas] son algunos de los servicios que ofrece el hotel pequeño. Su bar también contribuirá a que tu estancia sea incluso más especial.
Durante su estancia en Bonavista, los huéspedes pueden visitar Monument a Rafael Casanoves (0,2 km) y Monumento Centenario Pau Casals (0,4 km), algunas de las principales atracciones de Calella.
Mientras estés en Calella no dejes de probar demandados platos de döner kebab en Istanbul Restaurant.
Si buscas cosas que hacer, considera Parque Dalmau (0,9 km), Església Santa Maria i Sant Nicolau (1,0 km) o Refugio Antiaereo (0,7 km), que son atracciones populares entre los turistas a las que puedes llegar andando.
¡Disfruta de tu estancia en Calella!
Hemos estado un par de días en este hostal y la experiencia es de 10. Tranquilidad, descanso, atención hacia nosotros en todo momento. Precio excelente, desayuno de variedad y calidad. Sin duda repetiremos.
Muy céntrico, buen precio, con desayuno de bufete libre y muy limpio. El personal muy amable y el ambiente tranquilo. En la habitación no había aire acondicionado pero por la fecha en la que fuimos no hacía falta porque se estaba bien. Habitación con baño completo, tele y 3 camas separada, tal como habíamos pedido.
La habitación es pequeña, llevamos dos noches y nos han picado bastantes insectos. La terracita que tiene esta bien, ya que para secar la ropa de la playa está bien. El desayuno es sencillo pero está muy bien.
Lo mejor sin duda es el precio, luego podemos destacar varios aspectos, como la situación (mas cerca de lo que parece de la playa y lo suficientemente alejado para que puedas aparcar sin pagar), el desayuno, bastante completo para un hostal con un precio tan bajo, y por ultimo, la amabilidad del personal. Tiene wifi gratuito y TV bastante nueva. Los detalles que no me gustaron: La habitación tenía dos camas grandes, pero sólo una de ellas preparada para dormir, es decir, con sabanas y eso. Sólo dos toallas medianas. Al menos una más, para el labavo, estaría bien. Y se oye todo del resto de huespedes, las paredes son muy finas, y es algo molesto. Nos gusto bastante Calella, con una calle peatonal llena de tiendas y restaurantes de todo tipo.
Trato familiar y agradable. Desayuno bueno y variado. Habitaciones sencillas pero correctas. Volveremos sin dudarlo. Ofrecen servicio de piscina situada a 200 metros del hotel. Servicio de bar con muy buenos precios . Sangria buenisima!!!!
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