Experiencia surrealista. No recuerdo haberme encontrado antes a otro tipo como Roberto, el propietario: maleducado, cero profesional, faltón y pesado. O no trata a todos los huéspedes igual o soy incapaz de entender el resto de comentarios. Llegamos mi hermana y yo con una furgo, y ya ahí pensó que le íbamos a engañar. Supongo que sospechó que llevabamos la furgo llena de gente (cosa que es muy normal, claro) y se la íbamos a meter en la habitación...(de hecho nos contó un caso parecido en el cual ponía a los huéspedes a caer de un burro. Después de lo vivido, pagaría por escuchar ambas versiones) En fin, sin entrar en todos los detalles de cómo ocurrieron las cosas puesto que esto se alargaría mucho, indicar que nos chilló, nos insultó y nos montó un pollo sin venir a cuento más propio de alguien que igual debería estar dedicándose a otra cosa. Desgraciadamente, yo no tenía otro sitio donde alojarme así que me tuve que quedar, pero mi hermana no pasó ni un minuto más allí y se piró. En cuanto a las instalaciones, nuestra suite de 4 estaba decorada muy originalmente con muebles calculo que del siglo XII... Eso sí, la piscina genial. No se lo recomiendo ni a mi peor enemigo.…
Trato inmejorable, aparcamiento privado muy amplio, piscina muy cuidada y todo muy limpio. Máxima hospitalidad por parte de toda la familia. Bastante bien ubicado. Sin duda que volveremos. Podría tener una estrella más sin ninguna duda.
He llamado al hotel para preguntar y me contestaron muy borde, me colgaron y todo y me han dicho "quien co*o eres" y que llamo para molestar. No me lo creo una atención así , es increíble cómo este tipo de gente puede recibir clientes
¿Es el propietario o administrador de este establecimiento? Solicite su perfil gratis para responder las opiniones, actualizar su perfil y mucho más.
Solicitar su perfil