Restaurante ochentero, pero rico. Cuando ingresamos nos sentimos en un restaurante clásico, que no ha evolucionado en el tiempo, lo cual para nada malo, muy por el contrario. Mi comentario es que en general es bueno, muy agradable, pero que está cometiendo algunos errores, que comentaré de manera constructiva. - La atención fue muy amable. - Comimos erizos que estaban muy ricos. - Un mariscal bien presentado y sabroso. - Dos platos de locos, bien presentados y preparados. Sabrosos y blandos. - Pescado frito a lo pobre, rico y abundante. - Quise pedir machas a la parmesana, uno de mis platos preferidos. Pregunté como los preparan y ahí encontré dos faltas: 1) Quien nos atendió no sabía como se preparan, lo cual no debiera ser, por lo menos en los platos clásicos. 2) Logré averiguar que las machas a la parmesana no las hacen con “queso parmesano”. Un error que está cometiendo el 90% de los restaurantes en Chile. Olvidaron que por algo se llaman “machas a la parmesana”. Debe llevar mantequilla, un poco de vino blanco, un poco de sal y tal vez algo de pimienta, puede tener algo de queso amarillo suave, pero no puede faltar el queso parmesano. Es lo que le da el sabor especial. Se pueden comer con o sin limón. - Camarones al pil pil. Amo los camarones u ostiones al pil pil, que es una preparación muy similar a cuando se hacen al ajillo. La diferencia en general radica que se deben preparar con “ají cacho de cabra”. Mi señora escuchó al señor de la mesa vecina que comentó que pidió “camarones al pil pil”, pero que estaban extremadamente picantes. Como soy muy bueno para la comida picante, incluso viajo con mi propia botella de Ají Diaguitas, que es 100% ají rojo, agua y sal, sin nada más. Disfruto de un rico rocoto, como también de un sabroso jalapeño. Hago mis propias preparaciones con ese ají rojo pequeño muy picante y sabroso, llamado “pu.. madre”. Me gusta el picante, pero que sea sabroso. Pedí entonces un plato para mí. El señor tenía razón, el nivel de picante era ridículo. No se podía sentir el sabor de los camarones y estoy seguro que no era ají cacho de cabra. Ojalá mejoren esos detalles, porque el restaurante es muy agradable y está en un lindo lugar de Pichilemu.…
Quiero destacar la hospitalidad y amabilidad de Marcial y su equipo en este hotel donde nos trataron muy bien. A pasos de la playa y en un ambiente familiar, sin duda es una alternativa a considerar en Pichilemu. Piezas cómodas y bien equipadas para tener una grata estadía en este lugar. Felicitaciones !!
La habitación, delicada, cómoda y grata. Ducha excelente. Cubre todas las necesidades y más, con la salida a los jardines y vista al mar. Al costado de la costanera, una caminata relajada a orillas de la desembocadura y el mar Sus dueños nos dieron una atención familiar. Nos esperaban con el desayuno completísimo y la chimenea encendida. Excelente lugar. Privado, silencioso, bien ubicado y mejor atendido
Una excelente atención de parte de sus propietarios y de Victor su mesero. La habitación muy cómoda y con todo lo necesario para tener una grata estadía. Un delicioso desayuno para complementar nuestra experiencia. Lo recomendamos ampliamente para descansar en pareja o con la familia. Seguro que lo disfrutarán!!!
Me encantó este Hotel antiguo al lado de la playa grande donde no esta la "taquilla". Quienes atienden, creo que son sus dueños, fueron muy amables. El hotel es sencillo pero tiene todos los servicios. La pieza es muy cómoda, con una cama excelente, el baño también muy cómodo y todo muy limpio. Afuera hay un pequeño jardín, muy colorido que me gustó mucho con sillas y asientos distribuidos en distintas partes. Además cuenta con estacionamiento.
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