Santiago forma parte de esos placeres metropolitanos donde cuanto más ves, más encuentras. Los cafés funky y los clubes nocturnos salpican Bellavista, colecciones de arte del parque forestal van desde la era precolombina a la contemporánea, y la arquitectura cubre el espectro desde la iglesia San Francisco del siglo XVI hasta las torres de oficinas con vidrios espejados. Compra con los lugareños en el Mall Panorámico y prueba inolvidables sabores con la suculenta comida chilena.

A menos de 30 millas de distancia de Santiago, se puede practicar rafting, trekking, tirolina y dejarse llevar por otras muchas actividades. Cajón del Maipo es el destino perfecto para escapar de la ciudad y obtener a cambio la tranquilidad de las montañas. Esta zona es muy conocida entre escaladores y excursionistas.

El complejo de playa más popular del país, Viña del Mar, está cerca tanto de Santiago como de Valparaíso. Viña rebosa de turistas durante los meses de temporada alta: diciembre, enero y febrero, a pesar de que las corrientes antárticas hacen que nadar sea todo un reto. Reñaca es el sitio para disfrutar de la playa que está más de moda. El Museo Fonck y Quinta Vergara ayudan a comprender la historia, la arqueología y la historia natural del territorio. Pasea por la avenida Perú y disfruta de las vistas al océano.

Explora el maravilloso Puerto Varas a pie, la mejor forma de disfrutar de las vistas del Volcán Osorno y las casas coloniales de madera construidas por inmigrantes alemanes a principios del siglo XX. Algunas de ellas han sido declaradas monumentos nacionales. Situado a orillas del Lago Llanquihue, el segundo más grande de Chile, el pueblo es la alternativa sencilla a Puerto Montt, la metrópoli del Distrito de los Lagos, y sirve como punto de partida para practicar pesca con mosca, rafting, paseos a caballo y excursiones con kayak por el mar.

Florianópolis fue apodada por la revista brasilera semanal Veja como “el mejor lugar para vivir en Brasil”, así que es totalmente natural que los turistas quieran comprobarlo también. Y sí que lo hacen. Florianópolis es un destino floreciente por sus perfectas playas, excelente surf, magníficos mariscos y la yuxtaposición de una megaciudad moderna con la fortaleza colonial del siglo XVI y tranquilos mercados y parques.

La ciudad más grande de Sudamérica, el tipo de cocina y el arte de São Paulo son tan multinacionales como su población diversa de 10 millones. Con los restaurantes del distrito Jardins que sirve la comida que imagines a comensales de todo el mundo, no quedarás como un desubicado si vas a São Paulo solo a comer. Pero te estarás perdiendo museos de primera clase, diversos y vibrantes tours por los barrios, y tiendas comerciales sin precedentes.

Cuando Río de Janeiro se convierta en el centro de atención internacional durante los Juegos Olímpicos de 2016, lo más probable es que el mundo entero se enamore de la joya de Brasil. Las mujeres de la playa de Ipanema son en verdad altas, morenas, jóvenes y encantadoras; y la costanera es el lugar para ver y ser visto. Como la mayor estatua art decó del mundo, el Cristo Redentor invita a los visitantes a la montaña Corcovado. Las fiestas de Carnaval de Río son extravagancias bacanales de banquetes, música, baile, disfraces y jolgorio.

Los manglares se fusionan con las playas arenosas en la tranquila y floreciente localidad de Maragogi, cuyos habitantes y visitantes acuden frente al mar para disfrutar de la puesta de sol, tomar algo y socializar. Los tesoros más codiciados se encuentran frente a la costa, donde la reserva marina de Gales de Maragogi alberga estanques de aguas cristalinas, arrecifes de coral y peces coloridos.

A Atlanta se la ha considerado como "la capital del nuevo Sur", "la ciudad internacional" y "el mejor lugar para los negocios". Sin embargo, también es un fantástico lugar para visitar. Alimentada por la prosperidad de sus enormes empresas locales como Coca Cola y Holiday Inn, por el prestigio de albergar los Juegos Olímpicos de Verano de 1996 y por la energía de una ascendente movilidad social por parte de los jóvenes que han emigrado a la ciudad en manada, hacen que Atlanta esté más viva que nunca. Y esta vez, eso es algo bueno. Sus restaurantes selectos, su amplia oferta cultural, su animada vida nocturna y sus abundantes acontecimientos deportivos hacen que esta ciudad sea cosmopolita en todos los sentidos de la palabra. Aun así, Atlanta ha conseguido mantener su carácter natural. Pare en el Centro Histórico de Atlanta o visite el Monumento a Martin Luther King Jr., un emotivo tributo a un icono norteamericano. Visite la antigua casa de la famosa autora Margaret Mitchell o la Biblioteca y el Museo de Jimmy Carter y obtenga información sobre la vida y la época del antiguo presidente y su familia. Tanto si busca modernidad urbana como viejos placeres sureños, Atlanta no le decepcionará.