La ciudad de Bled es el lugar turístico más popular de toda Eslovenia, y es fácil entender por qué: con su lago verde esmeralda, la iglesia en la isla, el castillo medieval en lo alto de un acantilado y las montañas como telón de fondo, parece sacado de una postal. En un día despejado se puede divisar el monte Stol y la cumbre más alta de Eslovenia, el monte Triglav, en la distancia. Deberías visitar este mágico lugar al menos una vez… no te arrepentirías.

Ubicado en una isla entre Trieste y Venecia, el pueblo playero de Grado es popular entre los turistas. Reconocido por su centro medieval, Grado también es famoso como resort spa, y se dice que su arena tiene propiedades curativas.

Aunque antiguamente se la conocía por el humo, el tráfico y las edificaciones de mal gusto, Atenas es ahora una ciudad reformada gracias a la riqueza que generaron los Juegos Olímpicos de Verano de 2004. Calles y parques limpios, un metro ultramoderno, nuevas autopistas, un aeropuerto accesible y todas las indicaciones en un perfecto inglés han hecho de esta ciudad un lugar donde resulta fácil moverse. Digna merecedora de ser algo más que una simple escala en la ruta hacia las islas, Atenas cuenta entre sus selectos emplazamientos con algunos de los pilares sobre los que se funda la historia de Occidente, desde la Acrópolis al templo de Zeus Olímpico, pasando por los tesoros del Museo Arqueológico Nacional.

San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia, es el foco cultural del país. Mira espléndidas joyas de la arquitectura, como el Palacio de Invierno y la Catedral de Kazán, y tomate tu tiempo para recorrer la colección de arte mundialmente famosa del Hermitage. Esta ciudad, que se extiende por el delta del río Neva, ofrece suficiente arte, vida nocturna, exquisita comida y destinos culturales para ir muchas veces.

Con un casco antiguo bien preservado, arquitectura moderna y un carnaval designado por la UNESCO, la capital de Tenerife compite fácilmente con sus hermanas tierra adentro como destino cultural español. La ciudad portuaria es un importante foco de atención de las Islas Canarias, con playas templadas, reservas naturales y vida nocturna cosmopolita.

Montreal, c’est si bon! Esta ciudad de habla francesa se considera la capital cultural de Canadá y es una celebración cosmopolita del estilo de Quebec. Un paseo en carruaje tirado por caballos recorriendo las calles de piedra y los importantes edificios de Vieux-Montreal te hará sentir un poco el sabor europeo. La Basílica de Notre-Dame es una creación de vitrales, y el distrito Plateau Mont-Royal te va a deleitar con sus singulares boutiques y cafés. Zambúllete en un plato enorme de poutine y llénate de energía para un tour por el épico Olympic Park.

Dearborn, en Michigan, es sede de la empresa Ford Motor, un legado que ha dejado su huella en la ciudad. Aquí se puede visitar la famosa Rouge Factory, una planta de fabricación tan grande que antiguamente contaba con su propio parque de bomberos y comisaria de policía. Dearborn también alberga el museo Henry Ford Museum, un enorme complejo que incluye Greenfield Village, y se destaca por tener 83 auténticos edificios históricos. Las salas de los museos rebosan de famosos vehículos, incluyendo la limosín de JFK y el Weinermobile de Oscar Mayer.