Playas de arena blanca, un mar centelleante, un daiquiri de frutilla en la mano: ¿qué más necesitas en unas vacaciones? La Marco Island concede a los visitantes lo mejor que las Diez Mil Islas ofrecen. Recolecta conchas de mar o ve a los campos de golf para jugar bajo el sol. Explora los Everglades en un vehículo para pantanos o disfruta de una caminata natural y rejuvenecedora por la Reserva Rookery Bay.

Fort Myers, ubicada en la costa del golfo de Florida, cuenta con unas estupendas playas. Además está rodeada de 100 barreras e islas costeras que pueden explorarse. Es sensacional ir en busca de conchas y la visita al cercano museo Bailey-Matthews Shell es muy edificante. El recorrido de Great Calusa Blueway pone a disposición del viajero 65 quilómetros de canales para recorrer en canoa o kayak.

La mayoría de los destinos vacacionales son relajantes (Tahití) o ideales para familias (Orlando). La Isla de Sanibel, sin embargo, es ese lugar extraño en donde se conjugan ambas opciones. Puedes pasar una tarde tranquila recolectando conchas marinas o encontrar un hotel con un programa para niños para que puedas disfrutar un viaje al spa o un partido de golf.

Fort Myers, la ciudad de las palmas, está ubicada en el suroeste de Florida en los bancos del río Caloosahatchee. La mayoría de los visitantes van a Fort Myers por la pesca de profundidad, los campos de golf y las famosas playas de arena Blanca e islas que bordean la costa del Golfo. La renovación de la zona costera del centro de la ciudad promete nuevos restaurantes, salas de fiestas, tiendas y galerías. Las atracciones incluyen las residencias de invierno de Henry Ford y Thomas Edison, así como el cercano Maples y las islas de Sanibel y Captiva.

Conquistar Nueva York en una visita es imposible. Por eso, visita lo imperdible: el edificio Empire State, la Estatua de la Libertad, el Central Park, el Museo de Arte Metropolitano; y luego explora lo menos conocido con visitas a The Cloisters o a una de las bibliotecas de la ciudad. Disfruta de las tiendas bohemias del West Village o la fina gastronomía del Upper West Side. El bullicioso mercado de la estación Grand Central te da un sabor literal de lo mejor que la ciudad tiene para ofrecer.

Los viajeros en busca de cultura quedarán maravillados por el legado y la rica historia de Puerto Rico, desde la magia del Viejo San Juan hasta el arte popular y las fiestas de las localidades más alejadas. Puedes dar la vuelta completa a la isla en coche en un solo día, pero es más recomendable que te tomes tu tiempo. Encontrarás cafetales, ciudades coloniales, playas, bares y restaurantes esperando a ser descubiertos. El Viejo San Juan, con su célebre Castillo de San Felipe del Morro, es un inspirador lugar para pasear. Disfruta de la vida a un ritmo diferente practicando el senderismo por la selva tropical, o buceando y nadando en la laguna bioluminiscente de Vieques.

Un oasis entre extrañas y fascinantes dunas, cañones, géiseres y el volcán Licancabur, el paisaje que rodea San Pedro de Atacama es tan extraño que sus principales atracciones son las formaciones geológicas del Valle de la Luna. Explora los paisajes lunares de la zona haciendo senderismo, ciclismo, montando a caballo o… ¡practicando sandboarding! La encantadora aldea es tranquila y artística, y su centro, que aloja una preciosa iglesia y un museo arqueológico, se puede descubrir a pie. Usa la bici para explorar las ruinas indígenas de Tulor, el Valle de la Luna y la Quebrada del Diablo.

El complejo de playa más popular del país, Viña del Mar, está cerca tanto de Santiago como de Valparaíso. Viña rebosa de turistas durante los meses de temporada alta: diciembre, enero y febrero, a pesar de que las corrientes antárticas hacen que nadar sea todo un reto. Reñaca es el sitio para disfrutar de la playa que está más de moda. El Museo Fonck y Quinta Vergara ayudan a comprender la historia, la arqueología y la historia natural del territorio. Pasea por la avenida Perú y disfruta de las vistas al océano.

A solo 112 km al noroeste de la capital Santiago, Valparaiso es el puerto principal de Chile y es reconocido por su vibra artística y bohemia, y por sus hermosas vistas. Su centro histórico, declarado patrimonio mundial por la UNESCO, ofrece una encantadora arquitectura colonial, con numerosos restaurantes de mariscos, mercados y tiendas. Toma el funicular Ascensor Artillería, de 100 años de antigüedad, o sube al Cerro Concepción para obtener deslumbrantes vistas del mar y de la ciudad. Una vez de nuevo en la calle, visita la casa del escritor Pablo Neruda.

Santiago forma parte de esos placeres metropolitanos donde cuanto más ves, más encuentras. Los cafés funky y los clubes nocturnos salpican Bellavista, colecciones de arte del parque forestal van desde la era precolombina a la contemporánea, y la arquitectura cubre el espectro desde la iglesia San Francisco del siglo XVI hasta las torres de oficinas con vidrios espejados. Compra con los lugareños en el Mall Panorámico y prueba inolvidables sabores con la suculenta comida chilena.

Explora el maravilloso Puerto Varas a pie, la mejor forma de disfrutar de las vistas del Volcán Osorno y las casas coloniales de madera construidas por inmigrantes alemanes a principios del siglo XX. Algunas de ellas han sido declaradas monumentos nacionales. Situado a orillas del Lago Llanquihue, el segundo más grande de Chile, el pueblo es la alternativa sencilla a Puerto Montt, la metrópoli del Distrito de los Lagos, y sirve como punto de partida para practicar pesca con mosca, rafting, paseos a caballo y excursiones con kayak por el mar.