Lo que pudo haber sido una experiencia extraordinaria, al final fue completamente arruinada por los encargados del lugar, a quienes no les importó estropear el estupendo trabajo de los equipos de cocina y de sala, humillando a sus clientes y haciendolos sentir un estorbo. Me...explico a continuación:
Mi hermana y yo hicimos una reservación para ir a comer al Restaurante Cao Marina Puerto Cancún, el 31 de diciembre de 2022 a las 3:15 pm. Nos presentamos puntalmente en el lugar y la hostess que nos recibió nos indicó muy gentilmente que "la cocina cerraría en 45 minutos", debido a que tenían que prepararse para la cena de fin de año, ya que tenían el restaurante reservado a su máxima capacidad. Por lo anterior, tan pronto como nos sentamos en la mesa, ordenamos nuestros alimentos y una botella de vino para no contravenir la disposición que la hostess nos había indicado.
Yo soy profesional del servicio en la industria turística internacional, habiendo operado y administrado hoteles y restaurantes en diuversas partes del mundo los últimos 30 años de mi vida, razón por la cual son muy empática con la problemática y los procedimientos que enfrentamos los establecimientos hosteleros en fechas como fin de año y otras de alta demanda.
Por lo anterior, mi hermana y yo sabíamos desde un inicio que debíamos apresurarnos tanto para ordenar nuestro servicio como para consumirlo y así lo hicimos, para respetar la política del restaurante.
La calidad, presentación y temperatura de los alimentos, así como la oportunidad con la que fueron llevados a nuestra mesa, fueron excelentes y el dedicado servicio de Carlos y Cruz fue excepcional, en todo momento pendientes de nosotros y de nuestros requerimientos. Incluso cuando una persona de servicio de nombre Joshi nos sirvió nuestros platos, mi hermana le hizo un comentario chusco en el sentido de que nos habían servido tan rápido, que se notaba que tenían prisa porque nos fuéramos, a lo que Joshi respondió con una gran sonrisa que efectivamente tenían prisa, pero para que disfrutáramos de nuestra comida. Esta respuesta le salió del corazón, porque no había ningún encargado o superior que le hubiese podido decir qué contestarnos. Coincidimos en que esa era una muestra más del esmerado servicio que meseros y ayudantes proporcionan a los comensales, o al menos, eso creíamos hasta ese punto.
Cuando estábamos disfrutando de los últimos sorbos de vino, Cruz nos presentó la cuenta sin haberla nosotros pedido, pero sabiendo que tenían que prepararse para el evento nocturno, pagamos en ese momento nuestro consumo, dejando una generosa propina como reconocimiento al servicio recibido.
Cinco minutos después de pagar, se presentó Cruz en nuestra mesa con dos vasos desechables de plástico rojo, como los que se utilizan en los antros de ínfima categoría, para decirnos que teníamos que irnos de inmediato del restaurante porque ya tenían que preparse para la cena y que podíamos llevarnos en los citados vasos el vino que aún quedaba en nuestras copas...... en ese preciso momento, como es de esperarse, el encanto se rompió! ¿Como pudieron atreverse a siquiera considerar que aceptaríamos tal instrucción?? Porque Cruz no nos lo estaba pidiendo, nos lo estaba exigiendo y entiendo que él solo estaba obedeciendo las órdenes que alguien más le dió.
No omito mencionar que eramos ya la única mesa que quedaba ocupada en el lugar, aunque los otros comensales se habían ido solo algunos minutos antes que nosotros. No era nuestra intención permanecer mucho tiempo más, solo queríamos terminar nuestro vino gozando por breves minutos de la vista maravillosa de la laguna, pero los pseudo "anfitriones", nos corrieron de su casa!! Podían haber empezado a montar las mesas y a colocar la parafernalia de la ocasión en toda el área libre que tenían, que era prácticamente todo el restaurante, salvo nuestra mesa.
Dado que mi hermana y yo no estábamos dispuestas a salir del restaurante con nuestras bebidas en la mano, consumimos apresuradamente el vino que nos quedaba en las copas, manifestándole a Cruz nuestra absoluta frustración y molestia por ese proceder, indigno de un restaurante de esa categoría y nivel de precios.
El que parece ser el Encargado del Restaurante se acercó para preguntar que había sucedido y cuando mi hermana le estaba explicando nuevamente la situación, intentó justificarse diciendo que por eso se nos había advertido que el servicio estaría restringido a ciertas horas, lo cual nunca ocurrió así, solamente se nos avisó de la restricción en la cocina, pero ningún miembro del servicio del restaurante nos avisó del tiempo que supuestamente nos quedaba para abandonar el lugar y mucho menos que teníamos que salir con vasos desechables en la mano en un lugar que se ostenta como "de lujo".
El Encargado insistía en expresar sus argumentos de justificación, nos interrumpió incluso para volver a esgrimir sus excusas, tratando de convecernos que el y su staff habían procedido correctamente. Quién tiene invitados en su casa para hacerlos sentir personas non gratas al final de la reunión?
Si no van a poder atender como corresponde a sus comensales en todos los horarios en los que hay servicio en el restaurante, les aconsejo que piensen mejor sus protocolos de organización, o en su defecto, coloquen en puestos de responsabiidad a personas con criterio y sobre todo, con verdadera vocación de servicio y orientación al cliente.
En las clases de gastronomía que imparto en una prestigiada universidad, voy a tomar este caso de estudio para ilustrar como una secuencia de cocina y de servicio impecablemente orquestadas, se arruina al final porque el director de dicha orquesta deliberadamente desafina de forma total en los últimos compases, provocando que su audencia no regrese nunca más a sus conciertos.
En varios sitios turísticos de México y del mundo hemos visto a lo largo de los años como todo tipo de empresas, desde pymes hasta grandes corporaciones, han fracasado irremediablemente cuando la creación de valor orientada a la experiencia del cliente, se coloca en un segundo, tercer o hasta último plano cuando el espejismo de la demanda desubica la actuación de los responsables de la rentabilidad de las empresas .... Sin clientes no hay negocio, o... ¿ya se nos olvidó tan pronto que todos estuvimos viviendo una pandemia?Más