La Latina es un barrio con encanto y dos
personalidades únicas: a primera vista, indudablemente
se percibe la fragancia de antigüedad, con calles
estrechas que trazan laberintos entre los fascinantes
edificios de piedra de colores alegres y brillantes
como el rosa y el amarillo. La otra cara de La Latina
se caracteriza por un ambiente bohemio y una población
joven, como evidencia una selección dinámica y
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cambiante de bares, tiendas, espacios de trabajo
conjunto y otros negocios nuevos que afloran en el
barrio. En la parte norte, las calles de la Cava Alta
y la Cava Baja constituyen la principal zona de tapeo
de Madrid. En ella, restaurantes de una larga
tradición sirven sus inconfundibles especialidades,
como los huevos rotos y las patatas bravas, platos que
los madrileños han disfrutado durante generaciones en
compañía de sus amigos. Los domingos y durante las
fiestas nacionales, las calles de la parte sur de la
estación de metro de La Latina se transforman en un
enorme rastro donde los residentes de la zona visitan
uno tras otro los puestos de arte, ropa y antigüedades
que se instalan allí. Cualquier día de la semana, la
fascinante mezcla de lo tradicional y lo moderno hace
que merezca la pena explorar las calles de La Latina.
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