Es una pequeña villa italiana entre los cerros de Lumaco.
Viajar a la bota sin moverse mucho desde Angol, a 1 hora, buen camino y paisaje de distintos tonos de verde, esteros y aroma de nahuelbuta .
Desde la entrada uno nota el trato distinto,...gente sana, amable, cordial y generosa en sugerencias culinarias.
Después de un antipasto sublime de prosciutto y otros embutidos de calidad. Se viene un plato de tripasta para dejarlo mudo, una carta de buenos vinos y que decir del café, broche de oro es su terraza mirando árboles nativos y lluvia del sur.
Volvería 10 veces pese a lo que diga García Marquez.. sobre la felicidad.
Aplausos.. por fin un lugar celestial a la mano..Más