Alojamos 3 noches en una de las cabañas con vista al mar, al final de la temporada por lo que la ocupación era baja.
La ubicación es muy buena si desea cercanía con el mar, se encuentra a unos 100 metros de la orilla del mar en la Playa Chépica A, al centro de El tabo se llega Caminando unas 5 cuadras donde se encuentran supermercados y comercios básicos.
Conseguimos la cabaña por un precio menor al publicado, debido a la baja de turistas.
El trato de Laura y Jeanete fue muy amable y expedito al momento de la recepción.
Todas tienen una hermosa vista al mar, y están equipadas con tv con cable básico, un dormitorio con una cama de 2 plazas, un buen sistema de agua caliente en baño y cocina, con cocina equipada, cuentan también con un pequeño comedor para cuatro personas que tiene 1 cama una plaza y otra cama nido, un pequeño baño solo con ducha. También ofrece WIFI, estacionamiento y, por un valor adicional, desayuno pero no los utilizamos estos últimos.
El recinto tiene una piscina que se mantiene muy limpia, solo falta mantenimiento en la pintura.
El objetivo de nuestra estancia fue de descanso y tranquilidad, y eso se cumplió.
Algunos aspecto a mejorar:
La cabaña tiene falta de mantenimiento en el sistema de cortinas y un vidrio roto tapado con un cartón.
Se debe elegir entre la luz natural o la privacidad ya que las cortinas de fibras naturales no permiten ambas cosas y cuando estás a 2 metros de una calle pública, con vecinos desconocidos que caminan a un metro por tu ventana y turistas que buscan alojamiento miran por tu ventana como si estuvieras en exhibición, no es muy agradable. Unas cortinas delgadas de tela serían ideales.
Un cartel que dice "será OBLIGACIÓN de huésped entregar la cabaña limpia, tal como la recibió", me parece que no es el modo más amable de pedir algo que debiera estar incluido en el servicio. Definitivamente no me imagino llevando artículos de limpieza para el piso o el baño en mis vacaciones.
Existen quinchos disponibles para los huéspedes, pero muy mal mantenidos, con las parrillas sucias, dañadas y las mesas con las bancas de madera rotas.
La cabañas no incluye sábanas, toallas ni jabón, lo que me parece que limita el servicio para turistas extranjeros, o nacionales que desean viajar livianos como en nuestro caso.
En general cumple pero hay algunos aspectos que se pueden mejorar con muy poco.