Complejo a las afueras del pueblo de Laroles, casi escondido tras un sugerente y empinado camino entre higueras, sauces, almendros y otros árboles frutales. Tiene varias casitas con su porche o terraza con su barbacoa, abajo recepción y una pequeña piscina muy agradable. Posibilidad de rutas, actividades de aventura y visita aúna fábrica de cerveza que lamentablemente no pudimos hacer pues tenían producción ese día.
Admiten perros para los amantes de las mascotas.
Estuvimos muy a gusto y es un auténtico remanso de paz para desconectar y descansar. Además los pueblos de la zona son muy bonitos y con oferta amplia para comer de lujo a muy buen precio.
Debo dar las gracias por el trato recibido. Fuí con amigos y todos quedamos encantados. El enclave es precioso y el complejo muy acogedor. silencioso y tranquilo. Conseguimos lo que buscábamos, desconectar y descansar!!. Muy recomendable.
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