La casa está genial, muy limpia. Las propietarias muy atentas y muy buenas anfitrionas, siempre pendientes de que estuviéramos a gusto y detallistas. Para los que tienen sueño ligero son mejores las habitaciones que no dan a la carretera, porque la casa está pegada y de madrugada se escuchan los coches. Los alrededores son ideales: senderos, un río, la playa cerca, supermercados en el pueblo, Mercadona en Noya (por cierto, pueblo con un casco antiguo digno de ver, muy bonito), cerca de Santiago... Como recomendación a la casa, estaría genial que la valla del jardín pudiera cerrarse completamente con una puerta o algo en la parte de acceso a la casa, para estar con los niños más tranquilos sin temer que en un despiste salgan corriendo. Hemos disfrutado mucho. Volveríamos!