Estuve en un viaje por la Region de Aysen en Chile, todos los lugares que pare respetaban muy bien la relacion precio/calidad, menos este Hotel, nos cobraron 350 dolares por una noche en un hotel que no tiene internet (para desconectarse), promueven el no cambio de toallas (por una cuestion ecologica), el agua se calienta supuestamente por termas (por otra cuestion ecologica) y no termina nunca de hacerlo y se acaba rapido, por lo que dos personas no pueden hacerlo, el gimnasio es viejo, solo tiene una cinta que anda, y abre a las 9 (debe ser por otra cuestion ecologica), las termas cierran a las 8 o 9 no recuerdo, menos las de afuera que estan abiertas toda la noche (sin luz), el menu es unico y les recuerdo que estan en una isla sin opciones de comida, o pueden comer un tostado en el bar, siendo esa la unica opcion.
El check out es a las 11 pero la lancha sale 12.30 por ende tenes que estar 1 hora y medio con las cosas en la recepcion despues de haber pagado 350 dolares, por nada. Miren que he viajado, pero este Hotel es irrecomendable.

Fuimos un grupo familiar de 10 personas, entre adultos y niños por toda una semana. El lugar es alucinante, no se puede creer lo lindo que es, por donde miras es una postal, valoro que se preocupan de conservar y cuidar cada rincón de la zona y eso se nota, todo es congruente con el espacio. La comida es un lujo, como si comieras en un restaurant todos los días, recomiendo comprar pensión completa (almuerzo y comida), el SPA también, los masajes de primera categoría.
Si quieres descansar este es el lugar, la desconexión es absoluta.

Sin embargo me quedo con algunas observaciones, el hotel para lo caro que es da la impresión de que le faltara personal, se entiende que la atención está pensada para que uno se “sienta en casa” pero a veces eso se opaca por que solo una persona atiende, o solo una persona está a cargo de algo que a veces puede ser bien relevante, como por ejemplo la única cafetería qué hay, podría mejorar, la atención y por sobre todo la variedad de productos.

Las camas matrimoniales también podrían renovarse, en un lugar así es vital el buen dormir, y por la antigüedad de estas al medio se hace un “surco” un tanto molestoso para dormir de a dos.

Dejando eso de lado nos vamos con una exquisita sensación de bienestar y relajo. Fueron unas vacaciones inolvidables. Gracias Anlet, Vero, Juan, las chicas del spa y todos los que hicieron posible que nuestra estadía fuera casi perfecta.