Solo estuvimos una noche, nos hospedamos porque teníamos cerca un casamiento. No lo recomendamos.

A nivel limpieza, en el baño había cabellos. No habían hecho aseo previo en profundidad. Además de eso encontramos un necesser de quién uso la habitación antes.

El necesser para colmo nos trajo problemas extra. A la noche, cuando fuimos al casamiento, por ende no estabamos en la habitación, entraron el dueño y la huesped que había olvidado su necesser, sin permiso ni autorización, a nuestra habitación a buscarlo.

¿Dónde se ha visto que un huesped pueda entrar a la habitación de otro? Teníamos todas nuestras pertenencias ahí, cero respeto a la privacidad, totalmente expuestos. Además se fueron dejando la puerta sin llave.

Como broche de oro, cuando fuimos a hacer el check out, el mismo dueño nos quiso cobrar de más, una total tomada de pelo. Las disculpas posteriores no enmiendan todo lo sucedido.

Visitamos este lugar el fin de semana y realmente, superó mis expectativas.
Se conjuga, perfectamente la granja con un hotel.
Es ideal para entrar en contacto directo con el campo y lo que éste ofrece, los huéspedes pueden recorrer libremente las instalaciones de la granja y el huerto orgánico e incluso aprender.
El hospedaje tiene 3 áreas diferentes.
Nos asignaron una habitación en la zona natura, qué consiste en una construcción de 1 piso estilo colonial con vista al campo. Estaba todo impecable y decorado con muebles muy lindos y artesanía típica.
El desayuno fue exquisito, con productos frescos y preparados en casa. La atención excelente.
Sin duda volveremos muchas veces.

Un lugar muy tranquilo, excelente atención y un increíble desayuno de campo. si quieren desconeccion es la mejor opción. la atención de los dueños es muy cercana y las vistas del campo alrededor de la casona son geniales.