Estuvimos mi mujer y yo una semana en julio. Dormimos bien, es tranquilo y nos gusto disfrutar la estancia en un sitio tan bonito. Los desayunos son ricos no solo por lo abundante sino por la calidad de los productos, la fruta, las tartas caseras (cada día una diferente) el pan. La piscina aporta frescor en las tardes en las calurosas tardes de calor. En Gozo esta todo cerca, y tiene la Victoria a solo 4 km. Sonia nos trató bien y puso mucho interés en que la instancia fuese lo más placentera posible. Tiene una nevera y una cocina muy amplia, que permite cocinar si fuese necesario. Y la tranquilidad del lugar y la satisfacción que nos supuso estar en un lugar tan bonito hace que sea deseable repetir.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis