El hotel se encuentra en la rotonda de entrada a Karon, muy cerca de la playa, con muchos restaurantes, locales, comercios y agencias de viajes en su entorno.
El aspecto exterior del hotel es muy atractivo, pero nada más acceder al mismo ( es uno de esos hoteles con pasillos abiertos al exterior) se puede observar que no está muy cuidado, y además tanto las zonas comunes y habitaciones se puede ver que la limpieza deja mucho que desear, lo cual es una pena ya que desvirtúa el hotel.
Durante nuestra estancia se fue la luz en al menos 3 ocasiones, una de ellas por más de una hora, y estuvimos toda una noche sin aire acondicionado, suerte que corría una "pequeña brisa".
Las habitaciones son suficientemente amplias y en nuestro caso con un pequeño balcón hacia la piscina, la humedad en la habitación (no sé si por efecto de la condensación) era elevada, la ropa de cama estaba húmeda.
El desayuno es correcto, y el personal agradable.
Dispone de albornoz, chanclas de piscina, y además de un juego de toallas para la piscina o para llevar a playa.
El día de partida, dejamos las maletas en recepción y nos fuimos a la playa, al regresar (una vez entregada la llave de nuestra habitación) nos facilitaron una habitación para ducharnos y prepararnos para el viaje de regreso, todo un detalle.Más
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis
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