Estuvimos, dos días una noche. El lugar muy agradable, tranquilo, para relajarse y pasear. La comida muy sabrosa y porciones adecuadas. La atención, muy amable de todos los empleados del lugar. El dueño, don Ernesto muy simpático.
Sólo tuvimos reparo en una cosa, y es que decía que había WiFi es todas las habitaciones, estuvimos en la 20 y es efectivo que había, pero sin conexión a internet....entonces de qué sirve?
Que llevaría yo si fuera nuevamente:
- unas reposeras, ya que amo tomar sol y solo habían sillas de playa, por lo que solo me pude broncear el frente.
- Bebidas o líquido, ya que solo venden en Recepción y no queda tan cerca de las habitaciones y no tenían frigobar.
- Un hervidor y café, porque simplemente somos buenos para tomar café a cada rato
- Gorros para la piscina techada ya son de uso obligatorio y no tenían para la venta (nosotros andábamos con los nuestros por suerte)
Sugerencias para el Hotel:
- tener un kiosko de jugos y bebidas cerca de la piscina y spa
- tener hervidores, tazones, café, endulzante en cada habitación
- poner un destapador atornillado a la mesa de recepción, ya que tuvimos que esperar más de 10 minutos que encontraran uno porque no lo hallaba