Un viaje en el tiempo siempre sera atractivo. Hermoso lugar el que tienen aquí, muy bien mantenido y adaptado para entregarte comodidad y hacer grata tu estancia. Una gran casona colonial de 2 pisos y un gran patio donde manejan sus siembras. Las camas una delicia, excelentes baños (de este siglo). Mantienen una carta ajustada a tus necesidades, sobre todo para la cena, ya que durante el día estarás turisteando; buen servicio,saludos para Nicolás muy atento y cordial, luego nos atendió una Srta. no recuerdo su nombre, muy atenta; lo más entretenido el trago que nos preparamos en el bar (fue de lo mas participativo). Exquisito desayuno, me sorprendió ya que estaba bien variado. Si buscas tranquilidad este es el lugar. El pueblo recórrelo caminando y no te olvides de saludar a la bruja cuando llegues, caso contrario.....
Mariela una gran anfitriona, te hace sentir agradado, además que tiene cosas muy bellas en la sala de artesanías. Date una vuelta.